La semana pasada sonaron “tambores de guerra” en materia cambiaria. Con un corillo de voces agoreras como telón de fondo, se pretendió revivir el expediente negro del dólar paralelo. Así, apelando a diversas tácticas, se quiso crear una atmósfera de nerviosismo colectivo, reeditando la angustia de los peores años de la guerra económica. Sin embargo, aunque la especulación cambiaria afectó la estabilidad del tipo de cambio alcanzada en los últimos ocho meses, todos los “pronósticos” fallaron.
Las apuestas iban desde Bs. 15 a Bs. 25 como números “mágicos” para “equilibrar” la economía. Inclusive en algunas redes sociales se intentó alimentar el fenómeno de las compras nerviosas, divulgando vídeos de dudosa procedencia. En esas imágenes se mostraban supuestas cadenas de automercados “recogiendo” masivamente la mercancía. La escena estaba servida para una segunda parte de la película de terror: escasez e hiperinflación, aguijoneada por la angustia colectiva y la especulación cambiaria.
Pero el mercado cambiario no reaccionó como esperaban ciertos actores (los mismos radicales de siempre). La tasa oficial se deslizó de 6,2 Bs. por dólar, el pasado lunes 22 de agosto, hasta los Bs. 7, que promedió el 24 de agosto. Posteriormente se estabilizó alrededor de 7,8 y 7,9 bolívares, que ha sido el monto promediado los días restantes. Ello motivó que la falsa referencia en mercados ilegales también retrocediera significativamente.
Intento fallido
A través de diversas vías las autoridades lograron contener esta arremetida. Pero también es una realidad que el país, en general, está en mejores condiciones para afrontar este tipo de amenazas, que hace tres o cuatro años. Como se sabe estos ataques mezclan el recurso de la profecía autocumplida y la propaganda negra, para fomentar anomia y desesperanza social.
Los primeros en poner sus barbas en remojo fueron los representantes del gremio comercial. Y no necesariamente porque hayan sufrido un repentino ataque de conciencia social. En realidad, ellos (los comerciantes), saben que las condiciones objetivas son muy diferentes a las de la especulación cambiaria de los años 18 y 19. Están claros que ahora pueden perder mucho, tratando de “pescar en río revuelto”. Precisamente, porque en medio de una recuperación económica como la que vive el país actualmente, las ventas al mayor ya al detal también han repuntado de forma significativa.
Seguramente, por eso la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, abrió la semana haciendo un público llamado a la sensatez, durante un conocido programa de entrevistas en una emisora privada de FM. “Uno lo primero que llamaría es a la calma, a no tomar decisiones precipitadas que luego te afecten. Tomar una decisión de por ejemplo no cumplir con las disposiciones vigentes tiene consecuencias de cierre. Incluso en el caso de la no utilización de la tasa, hay consecuencias penales. Entonces lo primero es la calma, entendemos la preocupación que existe. Y por supuesto es la misma calma que ha adoptado el consumidor”, expresó la dirigente empresarial.
Amarrar a los locos
Un observador perspicaz, entendería como se dice en buen criollo, que Consecomercio realiza un esfuerzo importante por “amarrar a sus locos”. Ciertamente, no son todos, pero ya se ha visto que muchos representantes de este ramo, no pierden la nefasta costumbre de jugar a la especulación cambiaria para obtener ganancias exorbitantes.
En respuesta a esa inminente ola de especulación cambiaria, otro que salió al paso fue el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello. “La invitación nuestra es al Partido en la calle a denunciar a aquellos que ponen un papelito, pero cuando tú vas a pagar sino le pagan en el dólar paralelo no te vendo nada. A esos hay que caerles encima (…) Nosotros estamos obligados como pueblo a denunciarlo. El Partido a pararse frente a los comerciantes que hagan eso y denunciarlo en cada pueblo de Venezuela”, expresó Cabello.
“Pronósticos” reconducidos
Otros que han recogido la cabuya son los economistas agoreros con sus mensajes semiproféticos. El pasado 19 de agosto, a través de un vídeo en su cuenta de Instagram, el economista y director de la firma Econoanalitica, Asdrúbal Oliveros, lanzaba la cifra de 20 Bs. por dólar, como monto que equilibraría el mercado cambiario. No obstante, este mismo vocero modifica un poco su aseveración tan alarmista, especialmente para una economía que inicia un proceso de recuperación tras sufrir brutales agresiones.
“Sin embargo, para las próximas semanas esperaríamos que el gobierno este mucho más activo, que vuelva a incrementar esas ventas de dólares a través del sistema financiero e intentar parar un poco el tipo de cambio. A lo mejor se estabilice en alrededor de Bs. 7 por dólar. Incluso no es descabellado que si el gobierno hace intervenciones muy agresivas o mayores ventas de divisas retroceda un poco”, admitió Oliveros.
Precio estabilizado
Aunque el dólar experimentó un repunte importante, con respecto a la cotización inicial de los últimos meses (entre 4 y 5 Bs. por dólar), la subida no fue tan elevada. Esto a despecho de las proyecciones de diversos economistas (José Guerra, entre ellos). Ciertamente, el talón de Aquiles de nuestra economía siempre ha sido, por un lado la dependencia excesiva de las divisas y por otro el impacto altamente inflacionario de cualquier variación en el tipo de cambio.
De ahí la importancia estratégica de contener estas arremetidas. Más aún, en un año como este, donde diversos organismos proyectan un crecimiento económico récord. Con esfuerzo propio, Venezuela ha sabido sortear con éxito las limitaciones de un asfixiante bloqueo, así como los problemas derivados de la pandemia.
Solo para hacerse una idea general del daño ocasionado a nuestra economía, conviene citar al economista y presidente de la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional, Jesús Faría. “En los años 2018-2022 el país entró en un pernicioso proceso de hiperinflación, alcanzando un pico de más de 400.000 por ciento anual (2018 y 2019), una situación absolutamente insostenible y que se ha venido revirtiendo en términos muy importantes, con políticas económicas muy coherentes”, destaca Faría.
Trabajo de equipo
En el camino hacia la consolidación de la recuperación económica, es vital hacer atacar de raíz a la especulación cambiaria. Es una tarea que debe liderar el gobierno nacional a través de su equipo económico, pero donde la participación activa de las comunidades organizadas será medular para combatir el flagelo. Obviamente el pueblo debe tener conciencia y el respaldo activo de organismos como la Sundde.
De este modo podremos evitar como ha dicho el Presidente de la república que le metan un “palo a la rueda” del crecimiento económico. En estas primeras de cambio, ante la pregunta de si: ¿Reculó la especulación cambiaria? Por fortuna la respuesta es afirmativa; no obstante no es definitiva. Cada quien desde su respectiva trinchera, debe permanecer en guardia.