En el llano venezolano hay un viejo dicho que dice: “perro que come manteca, mete la lengua en tapara”. Llevado al mundo del periodismo venezolano actual, podríamos decir, que periodista acostumbrado a lucrarse de la mentira, nunca trabajará con la verdad. El caso de Ibéyise Pacheco quizás sea uno de los más ilustrativos de esta lamentable realidad profesional.
Y es que esta señora tiene en su haber una larga cadena de denuncias por difamación. Inclusive ha tenido que pedir disculpas públicamente, en varias oportunidades. Y, sin embargo, no pierde el vicio de inventar patrañas contra personas honorables. Pues sí, “aunque parezca mentira”, Ibéyise Pacheco, lo vuelve a hacer: en esta oportunidad arremete contra el empresario venezolano, Eduardo Rivas e intenta difamarlo.
Historia novelada
Recientemente, a través de su columna en el medio mayamero (ultraderechista), Diario Las Américas, la señora Pacheco acaba de inventar toda una historia novelada acerca de Rivas. Según refiere la comunicadora radicada desde 2014 en EEUU, el empresario sería el supuesto jefe de una “banda” dedicada a la explotación del rodio, en el estado Bolívar.
En su “seudo investigación” y fiel a su “peculiar estilo periodístico”, Pacheco se limita a señalar nombres alegremente, sin ofrecer ni una sola prueba. Asegura que el rodio por su alto valor es el metal más caro del mundo. Y alega que: “fue encontrado en Venezuela en cantidades importantes en octubre del 2018. Es un metal de alto consumo por el sector automotor, utilizado en catalizadores de gasolina para disminuir emisiones tóxicas. La industria farmacéutica también lo demanda. La obtención del rodio es difícil, y su aparición es esquiva y variable. Su valor actual está ocho veces por encima del precio del oro. El hallazgo lo ha mantenido oculto la dictadura para hacer lo de siempre: robar. El rodio ha sido extraído en cantidades importantes desde finales del 2020; se saca del país, se vende y no es declarado”.
Fuentes de pacotilla
Pero en su extensa columna, Pacheco no dice una sola palabra acerca de dónde obtuvo una información tan supuestamente sensible. Mucho menos explica los detalles de una presunta trama de corrupción, donde pretende vincular a altas personalidades del chavismo, como el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, al ministro de Defensa, Vladimir Padrino o al hijo del presidente de la República y diputado a la Asamblea Nacional (AN), Nicolás Maduro Guerra, entre otros.
Sin embargo, analizando en detalle la columna de Pacheco, encontramos que la periodista se apoya en “investigaciones” del palangrista medio Armando.info. Estos a su vez se basan en los relatos de la mente calenturienta del ex el general traidor Manuel Ricardo Cristopher Figuera. Como se sabe, Figuera fue exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Y también fue captado por la CIA, oficina de espionaje de EEUU, hace más de cuatro años.
Entre mentirosos
Probablemente, Figuera intenta desesperadamente salir del ostracismo, dando “insumos” a la mediática ultra reaccionaria mayamera. Este sector siempre está ávido de fake news y escándalos creados. De otro modo, como explicar que un personaje prófugo y echado al basurero de la historia por la propia ultra derecha, recobre ahora cierto protagonismo.
Recordemos que quien articuló el fracasado golpe del 30 de abril de 2019, en el distribuidor Altamira fue Figuera. Estamos hablando de un traidor y cobarde que luego huyó. Él fue quien articuló la trampa. Y de paso no fue capaz de ir al sitio. Dejó a sus tropas solas y huyó en la madrugada. También inventó la patraña repetida por, Mike Pompeo (ex secretario de Estado del expresidente de EE.UU, Donald Trump), de que en ese momento contaban con el apoyo del Dr. Maikel Moreno, entonces presidente del TSJ, el actual ministro de la Defensa Padrino López y el general Hernández Dala.
Esa es toda la base de la supuesta denuncia de Pacheco. De seguro actúa desde la impunidad que le brindan las huestes ultrareaccionarias de Miami. Algo que no es de extrañar, puesto que a esa ciudad norteamericana han ido a parar, figuras emblemáticas del periodismo hiperpalangrista venezolano, como Carla Angola, Leopoldo Castillo, Alberto Federico Ravell, Rafael Poleo, Miguel Ángel Rodríguez y Patricia Poleo, entre muchos otros.
Prontuario de mentiras
Todos los mencionados, sin duda, reúnen “méritos” para ocupar un “hall de la fama” del palangrismo (práctica corrupta del periodismo, que extorsiona a las fuentes, para divulgar ciertas versiones, por lo general amañadas). Detrás de cada uno de esos nombres hay historias sórdidas de un pésimo ejercicio del periodismo y un flaco servicio a la democracia. Pero, Ibéyise Pacheco, sobresale sin duda. Esta señora tiene más 15 procesos judiciales por denuncias de difamación e injuria en el sistema judicial venezolano.
El más emblemático fue el caso del Coronel Ángel Bellorín, quien desmintió afirmaciones hechas por la periodista Pacheco desde el mes de Junio del 2001 en su columna “En Privado”. En esos contenidos se difamaba a Bellorín, al acusarlo de modificar calificaciones académicas y calificaciones profesionales militares. Pacheco aseveró que el oficial tenía un “prontuario disciplinario”. Igualmente, afirmó que no tenía méritos para ser coronel y le acusó de formar parte de un plan para arremeter contra periodistas, etc.
Disculpas públicas
El 02 de abril del 2002, Bellorín acusó penalmente a Pacheco por el delito de difamación agravada continuada. El Juicio se inició el 14 de abril del 2004 y finalizó el 25 de mayo del 2004 con una sentencia de 9 meses de prisión para Pacheco.
No obstante, El 25 de abril de 2005, el coronel Bellorín acusa nuevamente a Ibéyise Pacheco por “reincidencia en el delito de difamación agravada continuada”. El 11 de octubre de 2005 se efectuó una Audiencia de Conciliación y se fijó para el 24 de noviembre el inicio del Juicio Oral y Público. El 09 de febrero del 2006, Bellorín otorgó el perdón del ofendido, luego de que la periodista pidiera públicas disculpas y admitiera la divulgación de mentiras en contra del oficial.
Como directora de Así es la Noticia, una versión más amarillista de El Nacional y de corte supuestamente “popular”, Ibéyise Pacheco hizo estragos. Levantó calumnias contra un hijo fallecido de Alí Rodríguez Araque y tuvo que disculparse. También intentó manchar el nombre del diputado Luis Tascón e igualmente debió retractarse por publicar falsedades.
Crímenes de atrás
Pero este récord de difamaciones no comienza ni siquiera con el chavismo. Iniciando su carrera a fines de los ochenta y comienzos de los años noventa, Ibéyise Pacheco se vio envuelta en varios escándalos por difamación. En 1992 se iniciaron una serie de acciones penales y civiles que adelantó el Dr. Adolfredo Pulido Mora.
El galeno reaccionaba ante las acusaciones de Pacheco, quien le señalaba sin pruebas de “homicida en el ejercicio de la medicina”. Esa denuncia falsa salió publicada en el diario El Nacional. Los órganos de justicia ordenaron pagar una indemnización de daño moral a favor de Pulido Mora. Además se impuso a la C.A. Editora El Nacional, permitir el derecho a réplica que le asistía al mencionado profesional de la medicina.
Tendrá que responder
Estos son sólo algunos ejemplos concretos de la total falta de ética profesional de una persona que pretende erigirse como adalid de libertades. A pesar de encontrarse fuera del país, Pacheco debería terminar de comprender que la comunicación comporta responsabilidades. Y que en este supuesto caso de Eduardo Rivas, como en todos los anteriores, tendrá que responder ante la justicia. Debe entender que el periodismo no es una patente de corso para mentir y enriquecerse. Se trata de un servicio público esencial, donde como decía el famoso escritor, Gabriel García Márquez, la ética debe ser como “zumbido al moscardón”.
El empresario venezolano Eduardo Rivas, ha denunciado ser víctima durante meses continuos de difamaciones, calumnias e injurias, emitidas en su contra, principalmente por la periodista Pacheco.
Falsos positivos
Rivas quien es ingeniero de profesión se ha destacado por su trabajo en el Sur de Venezuela. El agraviado asegura que Pacheco, se ha dado a la tarea de desprestigiar su trayectoria con falsos positivos, que divulga: «de manera irresponsable, sin pruebas y amparándose en su derecho de reservar la identidad de la fuente».
Rivas reitera que Ibéyise Pacheco, a través de su cuenta en la red Twitter, le ha acusado de «coordinar la salida de materiales estratégicos del país» y de tener vinculación con Nicolás Maduro Guerra, diputado a la Asamblea Nacional (AN) e hijo del presidente de la República, Nicolás Maduro Moros. Sin embargo, no ha presentado una sola prueba.
Palabras huecas
Por ahora, Rivas únicamente está exigiendo a la comunicadora un derecho a réplica. No obstante, también ha señalado que se reserva las acciones legales a que haya lugar. Y pensar que el Código de Ética del periodista venezolano, establece que los periodistas están obligados “a respetar y defender la verdad, la libertad de expresión y el desarrollo autónomo e independiente de nuestro pueblo”.
Evidentemente, todas palabras huecas en los oídos del alguien como Ibéyise Pacheco, quien además de enfrentar diversos procesos judiciales por mentir abiertamente, también apoyó públicamente las intervenciones contra el país, así como la aventura apátrida del “interinato” de Juan Guaidó.