No sabemos si lo traicionó el subconsciente, como dirían los psicoanalistas, o si fue un acto de máxima torpeza política, pero lo cierto es que Juan Guaidó confesó las reales intenciones de la ilegal detención del diplomático venezolano, Alex Saab. El ex interino lo dijo con todas las letras en una entrevista para el medio mayamero de corte ultra derechista Americano Media.
“Lo que pasó con Saab, por ejemplo, es el seguimiento correcto de una sanción impuesta de quien pretendía saltarlas”, aseveró Guaidó en el podcast del comunicador venezolano Alfredo Yánez. De esta manera, confirma lo que siempre se ha dicho desde alto gobierno venezolano, así como en el Movimiento Free Alex Saab: el diplomático fue secuestrado con una sola motivación: quebrar al pueblo venezolano por hambre, falta de combustible y ausencia de medicamentos.
Desfachatez
De esta forma Guaidó confirma que se trató de una operación criminal e inmoral contra Venezuela, que ha dejado hondas heridas en la población. Las más de 900 medidas coercitivas y unilaterales aplicadas contra el país, sólo han servido para hacer que la gente de a pie lo pase mal. Pero fue un plan premeditado así, tanto en las cúpulas norteamericanas, como en sus operadores políticos venezolanos, ergo Leopoldo López y su monigote, Juan Guaidó. Económica y socialmente han causado mucho daño, pero políticamente han resultado un fracaso colosal.
Cuando todavía era presidente de EEUU, el propio Donald Trump admitía el mal que estaba causando con su política de “máxima presión”. Así lo registra el libro de su ex secretario de Defensa, Mark Esper, Un juramento sagrado. En un pasaje de ese documento, el magnate neoyorkino se compadece por las penalidades impuestas al pueblo venezolano con su estrategia de cerco financiero. Textualmente afirmó: “Qué terrible debe ser para esa pobre gente vivir allí”.
Más confesiones
A pesar del daño evidente provocado por las mal llamadas sanciones un Guaidó sólo y derrotado políticamente, persiste en defender la perversa operación que comandó contra su propio pueblo y país. En el mismo espacio, de línea editorial de extrema derecha, se dio el lujo de hacer estas aseveraciones: “Las sanciones son herramientas necesarias para enfrentar a dictadores. Son de las pocas herramientas que tiene el mundo libre para enfrentarlos. Es la herramientas más óptima”, sentenció Guaidó.
El pueblo venezolano sabe en carne propia que no hay nada óptimo en las “sanciones”. En los peores años del bloqueo las condiciones de vida eran muy complicadas. Enormes colas para comprar gasolina. Dificultades indecibles para importar repuestos, piezas y componentes, que a su vez dificultaban el mantenimiento y prestación de servicios esenciales como la electricidad, el agua y la internet, entre otras. Este panorama se completaba con escasez de alimentos y medicinas. Prácticamente una tortura colectiva como lo han denunciado diversas personalidades. Entre ellos, Alfred de Zayas, Mark Weisbrot y Dean Baker, entre muchos otros.
La ONU lo certifica
Miguel Galant del Center For Economic and Policy Research que coordina Weisbrot, reseña que: Al concluir una visita a Venezuela a fines de enero (2023), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó el impacto humanitario de las sanciones de Estados Unidos en el país:
«Escuché de todo el espectro de personas con las que hablé, incluidos actores humanitarios y agencias de la ONU, sobre el impacto de las sanciones sectoriales en los segmentos más vulnerables de la población y los obstáculos que crean las sanciones para la recuperación y el desarrollo del país. Sobre todo en el despertar de la pandemia del Covid-19. Las personas que conocí describieron su lucha por obtener productos básicos y esenciales para sustentar sus medios de subsistencia, la imposibilidad de encontrar los medicamentos que sus seres queridos tanto necesitan y el impacto mental, la ansiedad y la depresión de endeudarse cada vez más para sobrevivir… (…) Es claro que las sanciones sectoriales impuestas desde agosto de 2017 han exacerbado la crisis económica y obstaculizado los derechos humanos», afirmó Türk.
Acto heroico
Y fue precisamente en el peor momento de esa política de máxima presión abanderada por Guaidó, cuando el diplomático venezolano, Álex Saab, valientemente se puso al frente de una operación para romper ese cerco. Esto mediante la importación de gasolina desde Irán, así como alimentos y medicamentos para nuestro pueblo.
Por esa acción valiente, se abalanzaron los halcones del Pentágono sobre Alex Saab. Mike Pompeo, exsecretario de Estado de Trump también realizaría importantes revelaciones en su libro Never give an inch. Fighting for the America I Love (Nunca cedas un centímetro: Luchando por la América que yo amo). Allí admite que se hicieron oscuras maniobras para capturar ilegalmente a Saab. No podría esperarse otra cosa de un hombre que ha confesado en público estar habituado a “engañar, mentir y robar”.
Leyes a la basura
“Llamé al fiscal general Bill Barr y me encargué de que nuestro embajador en Cabo Verde presentara la documentación necesaria para la extradición de Saab a Estados Unidos (…). Baste decir que ninguna otra nación tiene el alcance mundial necesario para interrumpir en tiempo real un complot iraní-venezolano; y convencer a una pequeña nación insular de que retenga a un hombre buscado”, aseveró Pompeo.
Entre las Leyes, Tratados y Convenios Internacionales que se violaron en el caso de lawfare o secuestro político de Alex Saab se pueden mencionar los siguientes: Declaración Universal de Derechos Humanos; Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, Constitución de la República de Cabo Verde, Convención de Viena y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Igualmente, se contravino la Ley de Cooperación Internacional Judicial, el Reglamento General de Interpol y el Principio Pacta sunt servanda ante la Organización de las Naciones Unidas.
Tortura contra Saab
La abogada y escritora Indhriana Parada ha precisado que contra Saab se cometió una violación al debido proceso, al derecho a la legítima defensa y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. «Tenemos un agente diplomático, con inmunidad diplomática que, por adquirir alimentos, medicamentos, combustible y trabajar para un pueblo bloqueado, se encuentra hoy en una prisión de máxima seguridad, siendo amenazada su vida. (…) Y En definitiva se han violado los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos, lo que constituye una grave amenaza a la paz mundial», destaca la especialista.
Pero además de múltiples irregularidades en su detención, se ha llevado a cabo un plan sistemático de tortura física y psicológica. Esto incluye golpes para provocar desmayo y asfixia, hasta amenazas de muerte y largos períodos de incomunicación en la total oscuridad, entre otros. No obstante, a pesar de los suplicios recibidos, Alex Saab, se ha mantenido moralmente incólume.
Contrastes
Con el secuestro político de Alex Saab, también se generó una matriz de opinión falsa. Se quiso hacer creer que el diplomático revelaría información comprometedora contra el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Sin embargo, ha transcurrido más de un año del ilegal secuestro y nada ha trascendido en este sentido. Y es que así como no existió ningún delito, tampoco existe la tal información sensible. Esa es la verdad.
Saab con su conducta vertical da muestras de integridad y coherencia. En la otra acera, Guaidó ahora “autoasilado” en Estados Unidos, más sólo que nunca, es un triste ejemplo. Un ser diminuto al que le hicieron creer que era un gran líder; y hoy se confronta con su dura realidad. El bufón de la corte viajó hasta Bogotá, pretendiendo sabotear la Conferencia Internacional sobre el proceso político en Venezuela. Pero, las autoridades de ese país no se lo permitieron. Así salió por la puerta trasera con rumbo hacia el basurero de la historia.
No lo quiere nadie
Radicales opositores, como el rabioso psicólogo Alberto Barradas, se expresaron de este modo, sobre la llegada de Guaidó a Miami. Si Juan Guaidó “cree que acá (Miami) la va a pasar mejor que en Venezuela, está absolutamente equivocado. Aquí no hay nadie que lo quiera. De hecho se le tiene un odio visceral. No hay venezolano que uno conozca acá que no deteste a Juan Guaidó”, expresó en la red social Twitter.
Confirmando las advertencias de Barradas, un usuario maracucho asentado en Miami, expreso esto. “Aquí te van a coñasear. (…) Ahora que vos llegaste, como vos sois fresco, vos va a estar saliendo por ahí, la gente te va a montar cacería papi, porque te van a coñasear, (…). No es que es mentira, te van a reventar a coñazo. Aquí en Miami te van a reventar. Te vas a tener que ir (…). Hubiese sido preferible que te quedaras allá en Colombia o te metieran allá en los calabozos del Sebin en Caracas, porque aquí te van a rematar a coñazos. Y vos lo sabéis”.
Pérdidas mil millonarias
Entre los principales “logros” de Guaidó como “ex interino” destaca el dolor y sufrimiento del pueblo venezolano. Además de los lamentables fallecimientos imputables al bloqueo criminal, la República ha registrado pérdidas cuantiosas. Todo producto de una operación de estafa a gran escala, coordinada y ejecutada por él y su equipo.
El ex interino encabezó un robo colosal de activos. Seguramente, el más grandioso en la historia de Venezuela y muchos otros países del mundo. La “maquinaria” guaidosista, junto con sus amos de EEUU, le hizo perder a la nación 411 millones de dólares por día desde el año 2015. Lo que se traduce en más de ¡640 mil millones de dólares!, entre dinero robado y pérdidas.
Lo más pasmoso es que como casi siempre sucede este tipo de corruptelas se encubren bajo supuestos loables: “el rescate de activos de Venezuela en el exterior y la administración de ayuda humanitaria”. Eufemismos utilizados para justificar el robo de Citgo, de Monómeros, del oro de las reservas internacionales en Inglaterra y un largo etcétera.
Exigimos justicia
Ahora prófugo en Miami, la lápida de la ignominia penderá por siempre sobre la cabeza de Guaidó. Entretanto, el legítimo gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro, sigue exigiendo el cese total de sanciones. Igualmente solicita que se haga justicia con el diplomático y empresario venezolano, Alex Saab, otorgándole su libertad plena.
Nunca olvidemos que el secuestro de Saab siempre fue una estrategia para hambrear al pueblo venezolano.