La derecha o extrema derecha política internacional se ha caracterizado por su doble rasero a la hora de acatar las leyes y la institucionalidad democrática. En esencia podemos decir que si esas leyes o esos resultados electorales les favorecen son buenos y deben cumplirse; pero si sucede lo contrario, es decir les resultan adversos, entonces deben desestimarse y denunciarse en la industria mediática mundial.
Ejemplos hay muchos. Pero si hay uno ilustrativo de este bizarro modo de percibir la política, ése es sin duda el de la inhabilitación política de la dirigente de extrema derecha venezolana, María Corina Machado. Recientemente, las instituciones de justicia y contraloría del país ratificaron el veto contra esta ciudadana, para postularse y/o ejercer cargos electos por votación popular. De inmediato, se han bombardeado los medios internacionales y las diversas plataformas de redes sociales, con medias verdades y acusaciones infundadas.
Matrices mediáticas
Esa estrategia comunicacional hace parte del doble rasero de la extrema derecha internacional. Deliberadamente se han tratado de desconocer las verdaderas causas de esta decisión. Y también la fecha específica en que fue tomada, lo cual sabía muy bien la Sra. Machado, antes de volver nuevamente con su obsesión de querer ser candidata presidencial (un sueño tan anhelado para ella, como inalcanzable porque siempre ha carecido de una base popular amplia).
Pero en la escena internacional donde ha tenido lugar un verdadero linchamiento mediático contra el país, su población y sus instituciones, el caso de Machado ha sido aprovechado para, una vez más, intentar mal poner a la democracia venezolana.
Las premisas de esta arremetida están basadas en puras falacias: 1) La inhabilitación política de María Machado no es de reciente data como se ha querido señalar; 2) Nunca ha sido la principal lideresa de oposición, de hecho en 2012 resultó derrotada en un proceso de primarias por Henrique Capriles Radonsky; y 3) Jamás ha sido una verdadera demócrata. Machado, desde hace décadas ha acariciado la posibilidad de una salida violenta y ha trabajado activamente para que ello ocurra.
Breve recuento
Es verdad que fue el pasado viernes 30 de junio de 2023 cuando se produjo el pronunciamiento de la Contraloría General de la República, máximo órgano de control fiscal de la nación. Sin embargo, el organismo contralor no hizo otra cosa que mantener sobre María Corina Machado una inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo público por un lapso de 15 años consecutivos.
Esa sanción pesa sobre la dirigente de Vente Venezuela desde hace al menos ocho años y tan solo se actualiza este 2023 por otras faltas que se agregan a la inicial. Hay que recordar que ella (Machado) decidió aceptar un cargo en el exterior, mientras ejercía como diputada a la Asamblea Nacional. El artículo 191 de la Constitución prohíbe taxativamente semejante acción. Algo que Machado y sus asesores seguramente sabían bien, pero como nunca han destacado por ser respetuosos de la soberanía nacional, poco les importó.
Más para el prontuario
Como bien ha reseñado la comunicadora social, Lucía Córdova, en su espacio Lo que nadie te cuenta: “Una auditoría patrimonial que se le sigue reveló que María Corina Machado incurrió en omisiones en sus declaraciones juradas de patrimonio: 50% de los fondos evaluados están por justificar. Estamos hablando de depósitos y notas de crédito de origen no conocido en bancos nacionales como Mercantil y Venezolano de Crédito; y en moneda extranjera a través del Cayman Branch, entre otras entidades”.
Pero además, como apunta la periodista, se ha comprobado su participación en la trama de corrupción protagonizada por el usurpador Juan Guaidó. Esto incluye:
1) Solicitud de un bloqueo que afecta las arcas de la nación en el sentido de que retuvo ilegalmente al Estado venezolano al menos 4 mil millones de dólares en el sistema bancario internacional. Así como 10 mil millones de dólares que serían destinados al pago del mecanismo COVAX de Naciones Unidas. Esto para garantizar acceso equitativo a las vacunas en tiempos de pandemia de covid-19. Semejante acción puso en riesgo la vida de muchos venezolanos y obstaculizó las gestiones del Estado nacional para contener el coronavirus.
- Pérdida de 20 mil millones de dólares destinados a la compra de medicamentos.
Y continúa
3) Entrega de la empresa Citgo Holding y Citgo Petroleum Corporation con un valor aproximado de 34 mil millones de dólares.
4) Arrebato y quiebra de Monómeros Colombo Venezolanos.
5) Secuestro de 31 toneladas de oro venezolano por el Banco Central de Inglaterra.
6) Migración forzada de cientos de venezolanos usada para atacar a su propio país, mientras que esa población en el exterior estaba siendo objeto de xenofobia, malos tratos y discriminación extrema.
Por eso resulta tan pasmoso, que en la mediática internacional se haya tratado la noticia de la inhabilitación de Machado como un atentado a la democracia. Sólo pudieron hacerlo, cuando el anterior prontuario delictivo se omitió descaradamente. De esa forma cualquier incauto pensaría que se la inhabilita por nada.
Los verdaderos lawfare
Los que sí han demostrado una verdadera vocación para torcer las leyes y hacer de la institucionalidad democrática, una suerte de tribunales de la inquisición, son precisamente esos representantes de la derecha internacional que hoy forman tanta alharaca.
Es un hecho comprobado que en países como Brasil, Argentina y Ecuador, por citar solo algunos ejemplos relativamente recientes, cuando han sido gobierno los voceros de la extrema derecha internacional, han hecho hasta lo imposible por tratar de erradicar los verdaderos liderazgos de la izquierda regional.
De hecho, en nuestra región en los últimos años no pocos líderes de izquierda, a través del lawfare fueron inhabilitados políticamente. Inclusive algunos mandatarios resultaron depuestos en pleno ejercicio del poder.
Luiz Inácio Lula da Silva, pasó 580 días de prisión tras varias acusaciones. Luego la justicia brasileña tuvo que revocar o suspender uno a uno los señalamientos, por falta de pruebas. ¿Y qué pasó? Apenas pudo lanzarse arrasó. Pero cuando estaba preso ninguno de estos adalides de las libertades dijo ni pío.
Antecedentes
En el gigante amazónico el lawfare se ha hecho casi una tradición política. Esto comenzó antes con Dilma Rousseff mientras ejercía su segundo mandato en 2016 después de su reelección en 2014 con más del 50% de los votos.
Por otra parte, en Argentina Cristina Fernández de Kirchner, también fue víctima de esta práctica. Una sentencia emitida en diciembre de 2022 inhabilita a la exmandataria a ocupar cargos públicos de por vida, por supuesta administración fraudulenta. No existen pruebas contundentes sobre ninguna de las acusaciones, todo indica que en este caso sí estamos frente a una maniobra política de la extrema derecha internacional. Pero los medios, comos siempre, callan.
A Gustavo Petro, mientras ejercía como alcalde de Bogotá el 9 de diciembre de 2013 lo destituyeron e inhabilitaron para aspirar a cargos públicos por 15 años. Esto por supuestas irregularidades en la reforma del sistema de recolección de basura de la capital colombiana ordenada un año antes. Sabían que era un actor político “peligroso” por su carisma y sus ideales.
Más casos
En Ecuador, Rafael Correa, fue víctima de una guerra sin cuartel que le impidió postularse en varias elecciones y hasta pisar su suelo patrio. Para ello fue clave durante el mandato de su sucesor, Lenin Moreno, la captura del Consejo de Participación. En ese contexto, en una primera purga de funcionarios de Alianza País por “corrupción” que jamás se probó, cayó siendo inocente el ex vicepresidente Jorge Glas. Ninguno de estos voceros se ha solidarizado con Correa, obviamente no lo hacen porque les conviene sacarlo del juego.
Como destaca Lucía Córdova, en todos estos casos “la derecha internacional ha empleado una táctica de guerra jurídica, torciendo reglamentos y leyes, aplicando una virulencia desbordada, para hacer a un costado a liderazgos claves, deslegitimarlos y acabar con su imagen pública. La línea de tiempo deja al descubierto el verdadero rostro autoritario, tramposo y antidemocrático de ese sector. No obstante, desde sus filas siempre ha habido celebración”.
Sin embargo, ahora cuando se ratifica el castigo a los reales delitos de María Corina Machado, con un prontuario comprobado como el destacado en este expediente, se enciende el escándalo y se desdice de la institucionalidad democrática venezolana. La derecha internacional siempre con su doble rasero. ¿Hasta cuándo, tanta inmoralidad?