En las últimas décadas han ocurrido grandes cambios. Con la rueda de la historia, que gira sin cesar, se van quebrando viejos paradigmas y salen a la luz grandes mentiras. Uno de los mitos estructurales del sistema que se hunde aceleradamente en una superficie cenagosa es el vetusto concepto del Primer Mundo. Y es que cada vez son más comunes en redes sociales imágenes sorprendentes de amplias zonas de ciudades icónicas, sumergidas en basura, indigencia y calles deterioradas.
Los Estados Unidos, un país que otrora ostentaba la cúspide del modelo de Welfare y el bienestar social, hoy naufraga en un espectáculo decadente de deterioro progresivo. Paradójicamente, el país que tanto empeño ha puesto en bloquear o sabotear el desarrollo de decenas de naciones, en América Latina, Asia, África, Europa y Oceanía; hoy no puede ocultar los síntomas inequívocos de la “tercermundización” de su propio Primer Mundo.
Barrios zombis
Las muestras más dolorosas de este proceso de deterioro del “Primer Mundo Norteamericano”, son los llamados barrios zombis que proliferan en ciudades como Filadelfia y Los Ángeles, entre otras. Gracias a la labor de distintos youtubers, el mundo ha podido observar los estragos de una nueva droga potente, letal y “económica” que mantiene al borde de la muerte a millones de personas.
Obviamente, estamos hablando del fentanilo, un opioide sintético que puede ser 50 o 10 veces más letal que la morfina y la heroína. Y que sólo de tocarlo te puede mandar a la sala de emergencias. Las personas que consumen esta fatídica droga si no mueren instantáneamente, deambulan por las calles “doblados”, literalmente como zombis.
Organismos de salud norteamericanos como la Administración de Servicios Sanitarios Mentales y de Abuso de Sustancias (SAMHSA, por su sigla en inglés), catalogan la crisis actual de opioides, como “una de las epidemias de drogas más extensas en la historia de los Estados Unidos para todos los grupos raciales y étnicos”.
Cifras alarmantes
Y ciertamente los registros asociados al consumo de fentanilo son aterradores y dejan ver las bases fracturadas de un Primer Mundo decadente. Según SAMHSA, en 2017, fue declarada una emergencia de salud pública. Esto con 47.600 muertes reportadas por sobredosis relacionadas con opioides, que representaron la mayoría de las muertes por sobredosis de drogas.
Para 2018, las muertes por sobredosis de drogas en general disminuyeron en Estados Unidos por un 4,1 por ciento en comparación al 2017. Sin embargo, las muertes por sobredosis de opioides y el uso indebido continuaron ocurriendo en cantidades significativas.
En el 2018, 10.3 millones de personas abusaron de los opioides, incluyendo los opioides recetados y la heroína, y dos millones tenían un trastorno por consumo de opioides. Con aproximadamente 130 personas muriendo cada día debido a una sobredosis relacionada con opioides.
Más datos espeluznantes
Según refiere el corresponsal y youtuber español, Emilio Doménech, el fentanilo es la causa líder de fallecimiento de los estadounidenses de entre 18 y 49 años. La cifra es mayor que la de los que fallecen por accidentes de tráfico, suicidios o armas de fuego.
Doménech puntualiza que más de 2.200 adolescentes de entre 10 y 19 años han muerto por sobredosis en los dos años y medio que han pasado desde el inicio de la pandemia. El fentanilo fue protagonista en el 84% de esos fallecimientos entre adolescentes. Y hay pruebas de que 25% de las sobredosis de las muertes entre adolescentes se produjeron tras consumir pastillas de contrabando que se parecían a otros fármacos como Xanax u OxyContin (otro opioide de prescripción médica).
Desde 2019 a 2021, las muertes por sobredosis de fentanilo aumentaron un 94% y se estima que casi 200 estadounidenses fallecen cada día por consumirlo. Unos 70.000 habrían muerto por sobredosis de fentanilo sólo en 2021. Y nada más en julio de 2019, 21 adolescentes murieron por sobredosis de fentanilo. En mayo de 2021, dos años después, esa cifra estuvo cerca de cuadruplicarse.
Se expande como la pólvora
dead on arrival (fentanyl documentary) https://t.co/zhaHOto4hn via @YouTube @CADCA @DEAEdFoundation @DEACARIBBEANDiv @DEADALLASDiv @DEAWashingtonDC @ONDCP @SAMHSA_Leader @DrGupta46 @DEALASVEGAS @CNN @DanaPerino @greggutfeld @CBSNews @NBCNews @BillHemmer #stoptheVOID #StopTheFakes
— VOID "Victims Of Illicit Drugs" (@stoptheVOID) February 9, 2022
Aunque salta a la vista que es una crisis que tiene de cabeza a la sociedad norteamericana, los medios del establishment hacen todo lo posible por invisibilizarla, o peor aún naturalizarla. Obviamente, porque este flagelo deja muy mal parado a un país que ha pretendido erigirse como modelo a seguir de las bondades del Primer Mundo.
Aunque poco se hable del tema en medios oficiales, el cáncer social del fentanilo sigue haciendo metástasis. Según el desgarrador testimonio del documental Dead on arrival de la asociación VOID «Victims Of Illicit Drugs«, el fentanilo se expande como la pólvora gracias al alcance de las redes sociales.
Droga a borbotones
Esto porque los llamados “dealers” están usando las redes sociales para mostrar lo que tienen. Y pueden llevar cualquier droga a tu casa 24/7. “Social media ha cambiado el juego cuando hablamos de narcóticos, el fentanilo está por todas partes. Hay cantidades masivas”.
En ese trabajo documental el funcionario de la DEA, Doug Coleman, explica: “Hace 4 años Arizona era una zona de cero fentanilo, este año había fentanilo suficiente para matar a 70 millones de personas”.
Por si fuera poco, según reseña el medio Hispantv, la DEA de Estados Unidos informó recientemente que en 2022 se incautó más fentanilo del que se necesita para matar a toda la población de este país. El organismo declaró que ese año (2022) se decomisaron 50,6 millones de comprimidos falsos con receta que contenían fentanilo, además de 4,5 toneladas de fentanilo en polvo.
Paradojas trágicas
Como explica el connotado intelectual norteamericano, Noam Chomsky, toda la parafernalia de la “lucha mundial al narcotráfico”, no fue más que un ardid para justificar invasiones e injerencias en distintos países. La verdad es que este recurso se ha utilizado para instalar bases militares y expedir a conveniencia certificados “de buena conducta”.
Pero como aclara Chomsky, desde hace años se sabe que lo más eficaz contra este flagelo es el tratamiento y la prevención. Hoy Estados Unidos naufraga en drogas, porque evidentemente no ha destinado presupuesto suficiente a estos dos ítems (tratamiento y prevención). Y, en cambio, ha alimentado una espiral de violencia, que amenaza con salirse de control completamente. Una real paradoja trágica, que se vuelve contra las élites norteamericanas.
¿Por qué pasa esto?
Otro aspecto poco comentado acerca de las causas reales de todo este desastre social, es la crisis económica que desde hace años azota a los norteamericanos. «Hay una relación entre los asuntos económicos y el abuso de sustancias», afirmó en 2010 la entonces directora de SAMHSA, Pamela Hyde. En esa fecha la funcionaria destacaba que los consumidores desempleados duplican a aquellos que tienen un trabajo de tiempo completo, 17% contra 8%.
Ya para 2010, según destacaba la BBC, en Estados Unidos 22 millones de personas consumían algún tipo de droga ilegal. Esas cifras representaban 8,7% más que en 2008. En esa fecha (2010) cerca de siete millones de estadounidenses podría estar consumiendo drogas sin tener la prescripción requerida. Todo se resume a más violencia, menos prevención.
¿Alguien podría dudar que el fentanilo, desnuda las bases fracturadas del Primer Mundo?.