El candidato a la Presidencia de la República de Colombia, por la coalición Pacto Histórico, Gustavo Petro, es la posibilidad cierta de poner término a 20 años de uribismo y todo lo que «la incidencia mafiosa de Álvaro Uribe Vélez» ha significado en la historia política, social y económica de la vecina nación. Así lo consideró la analista, investigadora y escritora colombo-venezolana María Fernanda Barreto, en entrevista concedida en exclusiva a Venezuela News.
Petro es «la única alternativa contra el uribismo«, expresa tajante en su intercambio con el comunicador Pedro Carvajalino.
«Realmente Petro no es un hombre de izquierda, es un hombre progresista; pero en este momento la contradicción fundamental en Colombia está entre uribismo y antiuribismo. A eso se ha reducido la política colombiana en los últimos 20 años», reflexiona Barreto.
Agrega que el uribismo ha perdido la base que en algunos años le dio tanta popularidad. Esto, nos cuenta, porque han quedado en evidencia sus vínculos con el narcotráfico, que significa aumento del terrorismo de Estado y del paramilitarismo y garantiza la continuidad de la guerra.
Entonces, si Petro logra el triunfo en urnas, «por primera vez en la historia de los últimos 100 años llegaría a la presidencia un hombre que no pertenece a una familia tradicional colombiana o nueva rica vinculada al narcotráfico como Uribe«.
«Pero además llegaría un hombre que representa todo lo contrario a Uribe, que ha denunciado la parapolítica. Un hombre que critica innecesaria e infundadamente a la Revolución Bolivariana, pero que siempre ha tenido la sensatez de por lo menos reclamar que se reconozca al Presidente legítimo y no a Juan Guaidó. De acusar la presencia de mercenarios venezolanos en Colombia como Lorent Saleh (…) Y de decir durante su campaña que retomaría las relaciones comerciales y diplomáticas con el gobierno legítimo de Venezuela, aunque, dice él, no le gusta. Eso hace que haya muchas esperanzas en las posibilidades de cambio«, explica nuestra analista.
Considera María Fernanda Barreto que esas esperanzas aumentaron con la inclusión de Francia Márquez en la fórmula presidencial, por tratarse de una joven mujer pobre, feminista, de las negritudes; con amplia trayectoria en la lucha ecologista, feminista, étnica y popular en Colombia.
Fico relacionado con el narco
Barreto alerta que el candidato de las derechas, Federico Gutiérrez, alias Fico, está relacionado con el narcotráfico. «La persona que se encargaba de la seguridad durante su paso por la alcaldía estaba vinculada a este grupo de narcotraficantes que es la oficina de Envigado», revela.
«Si a ti te apoya un narcotraficante tan reconocido en el mundo como Álvaro Uribe Vélez, Iván Duque, los amigos del Ñeñe Hernández, sabes que está vinculado al narcotráfico», concluye.
Genocidio continuado y ‘juvenicidio’
María Fernanda Barreto coincide con otros analistas colombianos como Athemay Sterling en que esta elecciones presidenciales de Colombia están determinadas por la violencia mediática-política y un genocidio continuado. Este panorama está marcado «por que está a punto de llegar a su final dos décadas de uribismo, que parece estar dispuesto a todo con tal de no salir del Palacio de Nariño».
Advierte que, no obstante una victoria de Petro, el uribismo no saldría de la política nacional; porque conquistó en parlamentarias una representación importante en el Congreso. Además, «el narcotráfico y el paramilitarismo son poderes de facto que llevará muchos años sacar de Colombia», dice.
Informa que más del 90% de las personas asesinadas durante las protestas «eran menores de 35 años; pero también se les mutilaron los ojos, se les desapareció, se les torturó. Hubo alrededor de 60 casos de violencia sexual, mayoritariamente contra mujeres. Y hay un gran número de personas sin determinar de personas que continúan desaparecidas después de esas jornadas de paro».
Barreto considera que en Colombia, en medio del genocidio que está cometiendo contra líderes y lideresas, se está dando un «juvenicidio de clase». «Esta juventud que es protagonista del cambio en Colombia, que ya en las elecciones dio mayoritariamente su voto a Gustavo Petro, es muy previsible que dé su voto en estas elecciones; aunque sabemos que un gran número de esos jóvenes no cree en el sistema de Colombia y se ha abstenido de participar», expresa.
No se descarta fraude
Asimismo, esta analista no descarta un escenario repetido de fraude. «Colombia es un país controlado por mafias así que cualquier cosa terrible podría pasar de aquí al domingo. Estamos siempre preocupados por la vida de Petro y sobre todo de Francia Márquez. Esta es quien encarna más la representación de sectores de izquierda dentro del Pacto Histórico».
Sin embargo, cree que la oposición ha perfeccionado sus sistemas de vigilancia del voto. Añade que en Colombia la trampa parte de la dificultad para el acceso a la identificación en Colombia; de tener el mayor número de desplazamiento forzado en nuestra América y la dificultad para hacer cambio de residencia.
«No hay comprobaciones biométricas de la identidad. Entonces, cualquiera que se parezca a alguien en su foto de cédula puede votar por esa persona. Además estamos hablando de un país en guerra donde el narco ejerce muchísimo control territorial y es muy fácil coaccionar a quienes votan», dice.
«Muy inmoralmente quien está amenazando con cantar fraude es el candidato Federico Gutiérrez y las toldas que le acompañan, principalmente las del propio uribismo; a sabiendas de que son ellos quienes han venido perfeccionando la trampa. Preocupados supuestamente porque no se haga trampa y su propia Procuraduría está poniendo trabas a las contrataciones para revisar ese proceso. Además, para que entren los observadores internacionales».
Duque se va sin pena ni gloria
Sobre Duque y su afirmación de que si habría participado habría sido reelecto, Barreto dijo que es «un presidente que vive en un mundo de sueños y fantasías». Decir que ganaría, «a pesar del amplio rechazo que tiene en el pueblo colombiano, sobre todo después de las masares cometidas en Cali, Bogotá y otras ciudades importantes, es parte de los delirios que lo llevan a reconocer a Juan Guaidó«.
«Nunca como ahora se vio una figura de Presidente tan débil y sometida a burlas ante la opinión pública como la de Duque; que no logró nunca legitimarse ni siquiera fuertemente dentro del propio uribismo u otros sectores de la derecha. Duque se va sin pena ni gloria«, valora la investigadora residente en Caracas. Adiciona que quizá subió su perfil arremetiendo contra el gobierno de Venezuela y por eso lo hizo con tanta vehemencia.
