«El interinato de Juan Guaidó es una estrategia fallida» y no hay una sola premisa para defenderlo. Así lo concluyó Indira Urbaneja, analista política, experta en planificación estratégica y directora la ONG Reunificados. Explicó que su organización exigirá prontamente a la oposición y al gobierno de Estados Unidos rendición de cuentas de los dineros supuestamente «destinados para ayudar a los venezolanos».
«Ya en Estados Unidos se han dado cuenta que es una estrategia fallida. El interinato no se gobierna ni a sí mismo, no tiene ningún tipo de peso ni de influencia. Para lo único que sirve es para derrochar presupuesto de los venezolanos», dijo Urbaneja entrevistada en exclusiva para la agencia de noticias Venezuela News.
Cuentas nada claras
Cuestionó que el interinato se nutre de todos los activos de la República, más el dinero de la cooperación internacional, «sobre el cual no rinden cuentas ni sabemos cómo lo reciben, ni cómo lo gastan. Por ejemplo, fondos del Banco Central congelados en Citibank, que son de los venezolanos, los manejan ellos».
«¿Quién está manejando lo que produce Citgo, por ejemplo. ¿Quién va a rendir cuentas sobre lo que ha sucedido con Monómeros? (…) ¿De qué viven ellos? ¿Cómo pagan las nóminas? ¿Con dinero de quién y de dónde?», se preguntó en tono de crítica.
Agregó que este pseudogobierno incluso paga salarios a personas que fungen como supuestos embajadores, pero «no pueden ni siquiera tramitar un pasaporte«.
Asimismo, Indira Urbaneja aseguró que considerando los gastos del último año, «se contabiliza que al interinato le ha entrado más de 200 millones de dólares«.
Además, añadió, Estados Unidos aprobó recientemente 314 millones de dólares para supuestos asuntos humanitarios. No obstante, «muchos no acceden a este tipo de ayuda» ni en Colombia, Chile, Perú, México, etc.
Postura de Estados Unidos
Indira Urbaneja consideró que «es falso que Estados Unidos no quiera resolver la situación con Venezuela. Lo que pasa es que llegan en un momento en que ya había un reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino, ya había un plan en marcha, una política en marcha. Hoy en día la comunidad internacional, y el mismo Estados Unidos que acompañó este plan, no encuentran qué hacer«.
«El interinato se convirtió en una papa caliente para los norteamericanos. Ellos no hallan cómo deshacer porque al final del día ellos saben que es una figura que en nada beneficia al país. Lo que ha hecho más bien es profundizar el conflicto político, no ha traído ninguna solución», sumó en su intervención.
La directora de Reunificados también pone el acento en que este es un año electoral en Estados Unidos. De modo que sentarse a hablar con el presidente Nicolás Maduro podría dejar «un alto costo político» puertas adentro, especialmente por el voto en Florida. «Eso es lo que están cuidando sobre todo los demócratas». Pero además, relató, Estados Unidos tiene su propia realidad compleja y eso hace que el tema Venezuela no sea el número uno en prioridades.
Entonces, vaticinó, la postura del norte con respecto a Venezuela «va a terminar de cambiar más a final de año, primer trimestre de 2023».
A su juicio, el gobierno de Trump le dio a Guaidó una cancha que no debió, porque le vendió un «plan de mentira». «Ellos le dijeron a los norteamericanos que ya la Fuerza Armada estaba lista para quebrarse a favor de Juan Guaidó y eso siempre fue una premisa falsa».
Oposición no ganarán en 2024
Por último, la analista política se refirió al panorama electoral en Venezuela. De entrada, aseguró que ve «muy difícil que la oposición pueda tener una victoria en 2024, porque no está preparada para gobernar (…) Tiene mucho rato sin hacer política, se dedicaron a la conspiración y otras cosas menos a hacer política, y eso no lo puede reparar en dos años».
Pero además, dijo, «tienen un problema estructural que pasa por la unidad. ¿Cómo aspiran ganarle al chavismo con ‘veintipico’ de candidatos?».
Cerró diciendo que ciertamente las «sanciones complican la vida pero el gobierno ha demostrado que puede vivir con ellas». Es decir, Estados Unidos y sus aliados en Venezuela «fracasaron en usarlas como estrategia para un cambio político«. Ahora, «hay que apostar la país y a que la gente se quede».
