Los antidepresivos y su relación con la serotonina son puestos en tela de juicio, y avivan el debate dentro de la comunidad científica global.
De esta forma lo precisa un estudio realizado por los psiquiatras británicas Joanna Moncrieff y Mark Horowitz en la revista Molecular Psychiatry en julio de este año, que concluyó que no había un vínculo comprobado entre la falta de serotonina y la depresión.
Estas afirmaciones colocan nuevamente en relieve las dificultades para comprender las condiciones de salud mental.
Una de las teorías predominantes actualmente se centra justamente en la serotonina, y en otrora La depresión se ha relacionado con la falta de esta molécula, que está involucrada en la transmisión de emociones al cerebro.
Los debates sobre el papel de la serotonina solo ilustran lo difícil que es comprender el funcionamiento biológico y social de una enfermedad tan compleja como la depresión.
Las afirmaciones de que la depresión no tiene ningún vínculo con un desequilibrio químico en el cerebro relacionado con la serotonina.
De allí, que esta investigación pongan en duda la necesidad de antidepresivos, ha provocado una reacción feroz.
Los autores británicos cuestionan la suposición subyacente detrás del uso de antidepresivos.
Añaden que en su mayoría se desarrollan para alterar los niveles de serotonina, deshaciendo una teoría que durante décadas actuó como marco para la investigación.
Al respecto, colegas han cuestionado la metodología implementada para medir un rastro indirecto de serotonina en lugar de tomar medidas directas de la molécula.
Romper con la psiquiatría convencional
Por su parte, Moncrieff, que quiere romper con lo que ella llama la psiquiatría “convencional”, cree que la teoría de la serotonina aún ocupa un lugar importante, aunque menos prominente, en la profesión.
La conexión entre la depresión y la serotonina está firmemente arraigada en la imaginación popular.
Inclusive, el autor francés Michel Houellebecq le dio el título de “serotonina” a su novela de 2019 en la que el personaje principal está deprimido.
El socavamiento de Moncrieff de la teoría de la serotonina para argumentar en contra de los antidepresivos actuales.
Y esto más allá de las conclusiones de su propio estudio ha provocado las críticas más vehementes de sus colegas.
La eficacia de los tratamientos se ha evaluado científicamente, independientemente de la causa principal de la depresión.
A controversy in the scientific community over a recent claims anti-depressants can be ineffective at treating depression has highlighted the difficulties in understanding mental health conditions.https://t.co/rQH3HAkfj5
— AFP News Agency (@AFP) August 11, 2022
