Un estudio científico del Colegio Real de Veterinaria de Londres, Reino Unido, revela que la raza cocker spaniel dorados registran niveles de agresión no esperados.
A través del estudio, ha surgido la primera evidencia científica de que los perros sufren un nivel de agresión superior al esperado para la raza. Los expertos analizaron datos de más de 10.000 cocker spaniel en el Reino Unido como parte del proyecto VetCompass.
El estudio arrojó que el 2,2% de todos los perros del país son calificados como agresivos. Sin embargo, la cifra se duplicó, hasta más de un 4%, en el caso de los cocker spaniel, el número es similar a la de los chihuahuas, pues el 4,2% son considerados agresivos.
Igualmente, otro hallazgo surgió durante el estudio, ya que la agresión de los cocker spaniel, varían según el color de su pelaje.
“Los dueños de cockers dorados deben tener cuidado: el color de su pelaje indica que su mascota podría sufrir la rabia del cocker, e incluso podrían ser más agresivos que un rottweiler“, asegura el estudio.
Los perros de color dorado mostraron la mayor frecuencia de agresividad (12,08%), seguidos de los rojos (6,52%), negros (6,29%) e hígado (4,33%) que no mostraron tanta diferencia entre sí.
Igualmente, el estudio arrojó que los machos también tenían muchas más probabilidades de ser agresivos que las hembras. Siendo un 4,95% para ellos y un 2,87% para ellas.
Finalmente se pudo conocer que el objetivo del estudio era describir la demografía de la raza cocker spaniel, incluidas las enfermedades comunes y las causas de la muerte.
Los investigadores concluyeron que la agresión es la sexta condición más común que afecta a los cocker spaniels, ubicándose detrás de la enfermedad periodontal (relacionada con las encías), la otitis externa, la obesidad, la saculitis anal y la diarrea.