Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), logró a través de un estudio lo que podría ser un avance revolucionario en la lucha contra el envejecimiento: consiguió demostrar que la estimulación física y cognitiva puede revertir los cambios moleculares que se producen en el hipocampo, una región cerebral crucial para la memoria y el aprendizaje.
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El estudio, publicado en la revista Nature Communications, abre nuevas vías para el desarrollo de intervenciones que promuevan un envejecimiento saludable.
Modelo de «enriquecimiento ambiental»
Los investigadores utilizaron un modelo experimental llamado «enriquecimiento ambiental». En el modelo, ratones jóvenes y mayores convivían durante meses en un entorno con gran diversidad de objetos, juguetes, rampas y túneles. Este ambiente estimulaba significativamente su actividad cognitiva, física y social, similar a lo que podría lograrse con un estilo de vida activo en humanos.
Los resultados del estudio son sorprendentes: el enriquecimiento ambiental logró revertir una parte notable de los cambios moleculares asociados al envejecimiento en el hipocampo. Esto significa que es posible modificar el curso del envejecimiento cerebral a través de intervenciones en el estilo de vida.
Los hallazgos de este estudio tienen un gran potencial para el desarrollo de nuevas estrategias para promover el envejecimiento saludable. La estimulación física y cognitiva podría ser una herramienta poderosa para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo y otras enfermedades relacionadas con la edad
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