El periodista estadounidense ganador de un Pulitzer, Seymour Hersh reveló los motivos de Estados Unidos para volar los gasoductos rusos, Nord Stream.
En una entrevista exclusiva concedida al medio ruso RT, Hersh afirmó que que es cierto que Estados Unidos está sorprendido en cierto modo porque le han descubierto con el tema del gasoducto.
¿Cuáles eran los objetivos de Estados Unidos para atacar al Nord Stream?
El reportero destacó que el presidente de Estados Unidos está mintiendo sobre algo que él mismo autorizó.
Afirmó que en septiembre del año pasado ya estaba claro que “es muy poco probable” que Ucrania se haga con la victoria en el conflicto y sea capaz de hacer frente a los rusos.
“Las cosas no van bien en absoluto. Así que Biden le dice a Europa Occidental, y sobre todo a los alemanes: ‘Estamos muy preocupados de que posiblemente decidan no apoyarnos plenamente, porque están recibiendo combustible de Rusia'”, dijo Hersh.
Según sus declaraciones, Washington estaba preocupado de que Europa levantara las sanciones y volviera a recibir el gas ruso.
Hersh explicó que Estados Unidos “lo hizo para evitar que Alemania y Europa Occidental abrieran el gasoducto en caso de que el invierno llegara pronto”.
“El gobierno alemán aprobó las sanciones, paró el gasoducto, pero tenía el derecho a abrir el nuevo y Biden no quería esto”.
Amenazas cumplidas
Hersh recordó que el propio Joe Biden prometió durante una rueda de prensa detener el gasoducto Nord Stream 1, haciendo hincapié en que sabían “cómo hacerlo” y que podían hacerlo.
“En ese momento, a los chicos del grupo (que estaba llevando a cabo la misión) les molestó porque se suponía que iba a ser una operación encubierta. Y, cuando terminaron su trabajo, lo hicieron realidad, colocaron los explosivos con la ayuda de buzos de la Armada, simplemente los explosivos quedaron allí durante meses”, declaró el periodista.
Más detalles del ataque
Detalló que los explosivos fueron colocados en junio, “cuando parecía que la guerra les iba bien a los ucranianos”, pero posteriormente, en septiembre, fue evidente de que “tenían problemas serios y que no iba a ser pan comido para los ucranianos”.
“Y en ese momento el grupo que lo había llevado a cabo, se dio cuenta de que lo había hecho con fines políticos y punto. Y que no ayudaría al transcurso de la guerra”, enfatizó.