Una guerra interna protagonizada por los dos principales representantes de la nueva generación de dirigentes del derechista Partido Popular, se hizo pública este jueves y que, según agencias internacionales, es difícil un acuerdo.
La controversia es entre el presidente nacional del Partido Popular (PP), Pablo Casado, líder de la oposición y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la política con más apoyo de la derecha española.
Se trata de la mayor crisis interna que ha vivido el Partido Popular y que se haya escrito en la historia reciente en España.
Sin embargo, este no sería el primer escándalo que envuelve al partido de derecha. Durante el paso de su presidente anterior, Mariano Rajoy, debió retirarse del palacio de la Moncloa en 2018. Cuando la oposición se unió en una moción de censura luego de una sentencia de la Audiencia Nacional; la cual, estimaba que la tolda se había adjudicado una estructura de financiación ilegal, a través del cobro de comisiones por obras públicas.
En este sentido, se explicó que la altas autoridades del Ministerio de Interior organizaron una red de espionaje contra el extesorero del partido, Luis Bárcenas; quien era el acusado principal que se convirtió en informante primordial.
Al perder el poder, se dio paso a la nueva generación que estuvo a cargo de Pablo Casado, quien hizo un propósito de enmienda.
Sin embargo, un nuevo escándalo se presenta en los representantes del partido, relacionado, como el caso anterior, con el espionaje y cobro de comisiones. Pero en esta oportunidad fueron reveladas por televisión, en unas acusaciones mutuas entre Casado y Díaz.
Origen del conflicto
De acuerdo a los medios consultados, al parecer el principio de esta disputa se debe a un supuesto cobro de comisiones por parte de Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Esto en una compra de mascarillas, al momento del inicio de la pandemia, por una operación de un millón y medio de euros.
Esta acción fue conocida por la dirección nacional del Partido Popular, por lo que hace seis meses atrás pidió explicaciones a Díaz; de acuerdo a afirmaciones, este jueves, de Teodoro García Egea, secretario general del PP.
Entretanto, el escándalo salió a la luz por los periódicos, El Mundo y El Confidencial, que publicaron que la presidenta madrileña estaba bajo investigaciones por parte de su propio partido, que buscaba pruebas que la incriminaran.
Las revelaciones se dieron tras el rechazo del detective a cargo, quien se negó a realizar el proceso porque debía consignar información bancaria y fiscal del hermano de la presidenta, y eso sería caer en una acción ilegal.
Sin embargo, la dirección del Partido Popular negó cualquier implicación en estas investigaciones fallidas. Pero afirmó que iniciaron una pesquisa interna.
