África ha vuelto a ocupar titulares en el mundo por las rebeliones de las últimas semanas en algunas excolonias francesas y por exigir que se respete tanto su soberanía como su derecho a la autodeterminación.
Uno de los mandatarios que más ha levantado la voz en ese sentido ha sido el presidente de Burkina Faso, Ibrahim Traoré.
Pocos días antes de que se denunciara un intento de golpe de Estado contra Traoré, Venezuela News entrevistó en exclusiva a la ministra de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Olivia Ragnaghnewendé Rouamba.
-En la Cumbre Rusia-África, varios dirigentes africanos se pronunciaron contra el imperialismo y el neocolonialismo. El presidente Ibrahim Traore concluyó su discurso con la frase «ya basta» y dijo que la lucha por la liberación definitiva de África había comenzado. ¿Qué ocurrió para que el pueblo africano dijera «ya basta»?
En primer lugar, me gustaría expresar mi gratitud por la oportunidad que me han brindado de hablar sobre las opciones y la nueva visión de la política exterior del Gobierno de Transición porque la imagen de mi país que presentan ciertos sectores de la prensa dista bastante de la realidad.
En efecto, el presidente de la Transición y jefe del Estado, el Capitán Ibrahim Traoré, en su histórico discurso en San Petersburgo con ocasión de la segunda Cumbre Rusia-África, lanzó un legendario «ya basta» al final de su intervención tras denunciar el estado en que se encuentra el continente africano más de sesenta años después de su independencia.
Con esto quería llamar la atención de sus homólogos africanos y del mundo entero sobre los problemas del continente y la urgente necesidad de encontrar soluciones. Estas soluciones pasan inevitablemente por reconsiderar nuestras relaciones con algunos de nuestros socios llamados «tradicionales».
El presidente Traoré tiene la ventaja no solo de ser joven, sino de haber vivido mucho tiempo con su pueblo. Por consiguiente, conoce las realidades de este pueblo y de su juventud, puede encarnar los deseos de estos jóvenes africanos y, más en general, de los pueblos africanos que ya han sufrido bastante martirio. Por eso quiso enviar un mensaje de renovación y de futuro para África. Además, cuando se mira alrededor de África este deseo de cambio es compartido por las masas que aspiran simplemente a una vida digna. Así que basta con rechazar un sistema de sumisión en favor de un sistema de asociación beneficiosa para todos con socios que respeten nuestra soberanía y nuestros valores.
La nueva África está preparada para esta batalla porque ya está harta de ver morir a sus hijos en desiertos y océanos, de ver morir de hambre a su pueblo para que otros pueblos puedan alimentar abundantemente a sus animales. Es un grito de rebelión y de esperanza, y creo que toda la juventud africana está preparada para esta noble lucha, porque como dijo el capitán Thomas Sankara ‘el esclavo que no es capaz de asumir su rebelión no merece que se compadezca de su destino. Este esclavo será el único responsable de su desgracia si se hace ilusiones sobre la sospechosa condescendencia de un amo que pretende liberarlo’.
En este sentido, creo que los africanos, tras más de sesenta años de independencia, han decidido tomar en sus manos su destino; y creo que esta marcha es ya irreversible.
– ¿Qué busca el pueblo africano? ¿Qué quieren?
El pueblo africano busca lo que otros tienen, pero de lo que él carece. Necesitan un pasado, un presente y, sobre todo, un futuro. Durante mucho tiempo, los africanos han sido actores pasivos de sus propias vidas y destinos. Hoy quieren tomar las riendas de sus vidas y tomar sus propias decisiones. En la Conferencia de Berlín (de noviembre de 1884 a febrero de 1885), Occidente repartió nuestro continente en función de sus intereses, escribió nuestra historia por nosotros, decidió sobre nuestro desarrollo y nuestras vidas. Hoy, la batalla del pueblo africano es una batalla por su dignidad y su libertad para decidir. Sólo queremos ser protagonistas activos de nuestra propia vida para poder definir nuestro futuro. Durante demasiado tiempo otros nos han afeitado la cabeza en nuestra ausencia; a partir de ahora, queremos participar en el peinado que nuestras cabezas merecen llevar.
Más allá de esta voluntad de decidir, que es la base de todo, de forma práctica, el pueblo africano desearía también poder vivir con dignidad y aprovechar las riquezas del continente para iniciar por fin su desarrollo y su bienestar. Esta es la lucha que libra hoy el pueblo africano, y no es contra ningún otro pueblo, sino contra los sistemas establecidos para esclavizarlo y someterlo. El pueblo africano quiere romper las cadenas que lo retienen.
Por último, el pueblo africano quiere que se tengan en cuenta sus aspiraciones más profundas a un mundo más pacífico, más justo y equitativo, libre de los horrores de la guerra en todas sus formas y de las amenazas que supone para la humanidad la gestión irracional de los recursos naturales.
En Burkina Faso, por ejemplo, nuestra lucha consiste en garantizar que los burkineses decidan, sin intervención exterior, lo que es bueno y correcto para el país. Creemos que corresponde a los burkineses decidir y a otros socios apoyarnos, como ocurre, por ejemplo, en la lucha contra el terrorismo, donde nuestros ciudadanos han decidido defender su patria alistándose en masa.
– ¿Qué opina de las amenazas que han hecho Estados Unidos, Francia, la UE y la CEDEAO de recurrir a la fuerza contra Níger si no se restituye en el poder al expresidente Mohamed BAZOUM?
Sin hacer un sondeo, la mayoría de la opinión africana está en contra de esta posible intervención militar. La posición de mi país, Burkina Faso, contra esta intervención es clara, y Burkina Faso está incluso dispuesta a apoyar al pueblo y al Gobierno de Níger en caso de agresión exterior, porque de eso se trata. Ningún texto de la CEDEAO permite intervenir en otro país en caso de cambio de régimen.
Por lo que a nosotros respecta, se trata de una cuestión interna y corresponde al pueblo de Níger resolverla. Más bien esperábamos que la CEDEAO nos ayudara en nuestra lucha contra el terrorismo, y en este ámbito ha brillado por su ausencia. Por eso seguimos sin encontrar una justificación lógica a esta prisa por intervenir en Níger contra viento y marea en un contexto en el que la mayoría del pueblo nigerino está en sintonía con el nuevo régimen.
No olvidemos que algunos dirigentes llamados «elegidos democráticamente» son los menos democráticos en su gestión que los regímenes nacidos de golpes de Estado. La democracia no puede reducirse a las elecciones, que a menudo están mal organizadas y a veces dan lugar a la exclusión de ciertos opositores.
A propósito, me gustaría señalar que los golpes de Estado son a menudo la consecuencia de una mala gobernanza, del amordazamiento de los opositores, de golpes de Estado constitucionales apoyados por terceros mandatos injustificados, etcétera. Nos corresponde, pues, encontrar las causas de estos golpes de Estado mediante una introspección profunda de nuestras democracias, y ésta es una de las tareas de la Transición en Burkina Faso. De donde yo vengo decimos que romper el termómetro no bajará la fiebre.
– ¿Qué podría ocurrir en África en caso de intervención militar en Níger?
Estamos convencidos de que, en caso de intervención militar, el Sahel se desestabilizará aún más y el dique formado por sus países puede romperse, abriendo un bulevar para los terroristas en su avance hacia los países costeros. Asistimos pasivos a la destrucción de Libia por parte de los países occidentales, y ahora estamos cargando con todas las consecuencias, mientras esos mismos países occidentales están casi a salvo. Aprendiendo de ello, creemos que esta vez no nos quedaremos de brazos cruzados ante una invasión que podría socavar todos nuestros esfuerzos para derrotar al terrorismo.
– ¿Por qué cree que algunos líderes africanos sí apoyan la intervención militar en Níger?
Me hubiera gustado que estos mismos líderes hubieran respondido a esta pregunta con honestidad y sinceridad. Personalmente, creo que es sólo para protegerse contra posibles golpes de Estado o insurrecciones de sus pueblos.
No creo que la suerte del presidente Bazoum interese a los dirigentes que desean esta intervención. El pretexto de salvaguardar la democracia no es más que una coartada en la medida de que algunos de estos jefes de Estado incluso han aprobado en el pasado otros golpes de Estado en sus propios países.
Además de este temor empático por parte de algunos, es importante señalar el papel de Francia, antigua potencia colonial, que, con el pretexto de apoyar a la CEDEAO, es muy activa en la protección de sus intereses en Níger. Níger suministra cerca del 15% de las necesidades energéticas de Francia, mientras que la propia Francia importa energía de Nigeria. Haz tu propio análisis de esta paradójica situación.
– África es el continente más pobre del mundo, a pesar de poseer la mayor riqueza. ¿Cómo puede entenderse esto? ¿Qué tipo de acuerdos se han firmado con Francia, por ejemplo?
La cuestión del subdesarrollo del continente tiene una larga historia que no puede agotarse en una entrevista. Aun admitiendo que los africanos también tienen su parte de responsabilidad, podría decir que, en su historia, ningún pueblo del mundo ha sufrido lo que los africanos. Desde la esclavitud hasta la colonización y el neocolonialismo, el continente ha sufrido mucho y sigue haciéndolo. Termino su pregunta con la paradoja de Níger, pero ese es solo un ejemplo sintomático entre tantos, que existen en muchos países africanos. Así que no sería exagerado decir que Occidente también ha contribuido mucho a empobrecer a los países del continente para sus propios intereses, con la complicidad de ciertos dirigentes, porque son estos países occidentales los que durante cientos de años han saqueado las riquezas del continente. Esto les ha dado una ventaja considerable en términos de desarrollo, aunque esta realidad se oculte a sus poblaciones.
En el caso concreto de la relación entre Francia y sus antiguas colonias, varios acuerdos han permitido a Francia «irse sin marcharse». Mediante estos acuerdos, los más emblemáticos de los cuales son los relativos a las esferas militar y monetaria, Francia siempre ha podido preservar sus intereses estratégicos, a veces en detrimento de sus antiguas colonias. Por ejemplo, durante los llamados «30 años gloriosos», es decir, de 1945 a 1975, Francia poseía casi todos los recursos de sus antiguas colonias. Tenía el monopolio de estos y los gestionaba casi a su antojo. Sin embargo, lo más importante para nosotros no es el pasado, aunque pueda inspirarnos. Nuestra lucha hoy es revisar esos acuerdos para que nuestro país pueda forjar asociaciones que beneficien a nuestro pueblo, y por eso ya hemos denunciado algunos de esos acuerdos que no respetaban el espíritu de nuestra visión.
– Thomas Sankara, Patrice Lumumba y otros líderes africanos fueron asesinados por su postura contra el saqueo de África y su lucha por mejorar sus países. ¿Cómo cree que reaccionará Europa en este proceso que ustedes llaman de segunda liberación? Y ¿Qué harán ustedes para evitar que se repita la historia?
Efectivamente, como señalas en tu análisis, muchos dignos hijos del continente pagaron con su vida la búsqueda de la libertad y el bienestar para sus pueblos.
Además de Thomas Sankara y Lumumba, hay otros como Samora Machel (Mozambique), Steve Biko (Sudáfrica) e incluso recientemente Muamar Gadafi. Pero debes saber que estos líderes han tenido tiempo de inspirar a muchos jóvenes en su lucha contra las fuerzas de la opresión, la injusticia y la negación, sencillamente por la soberanía y la verdadera independencia de los Estados africanos. Liderar este tipo de lucha ya es una victoria por la nobleza de su ambición.
Nuestra ventaja sobre los precursores de esta lucha que usted menciona es que hemos aprendido de sus experiencias. Hoy nos apoyamos en el pueblo, que es nuestro baluarte. Para nosotros, haciendo la voluntad del pueblo, nos protegemos de su cólera y eso es un arma formidable contra los adversarios.
Además, algunos países occidentales comprenden el significado de nuestra lucha, porque ellos también están experimentando las consecuencias de la emigración a gran escala de su población hacia Occidente. Otra de nuestras ventajas es que hoy en día la configuración de las relaciones internacionales ha evolucionado considerablemente y han surgido varios socios más. Así que tenemos la oportunidad de elegir a nuestros socios estratégicos.
Por eso estamos trabajando con otras potencias como China, Rusia y Venezuela, con las que está previsto que se reúna un Comité Conjunto de Cooperación a finales de octubre de 2023, sin olvidar a los países árabe-musulmanes. Hubo un tiempo en que estas oportunidades escaseaban, lo que perjudicaba a ciertos líderes de la causa africana.
Algunas potencias, sobre todo occidentales, deben comprender que los tiempos han cambiado y África también. Intentar cambiar a un líder con la esperanza de resolver el problema sería un esfuerzo inútil, ya que la concienciación se está extendiendo y esto es una fuente de esperanza para la continuación de la lucha.
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