La ex enfermera británica Lucy Letby, declarada culpable por el asesinato de 7 bebés recién nacidos fue condenada a cadena perpetua.
El juez James Goss, del Tribunal de la Corona de Manchester, afirmó que Lucy Letby demostró “premeditación, cálculo y astucia” en los hechos. También determinó que la autora del crimen mantuvo una “profunda malevolencia, que bordeaba el sadismo”.
Letby, de 33 años, es ahora la tercera mujer viva con una cadena perpetua en todo el mundo. Además del asesinato de los 7 bebés, Lucy Letby intentó acabar con la vida de al menos otros 6.
“Durante el curso de este juicio, ha negado fríamente cualquier responsabilidad por su mala conducta. No tiene remordimiento. No hay factores atenuantes”, agregó el juez.
Varias víctimas sobrevivientes quedaron con discapacidades que les condicionaron la vida. Además, varios familiares de los bebés asesinados quedaron afectados psicológicamente de forma permanente.
Aberración planificada
El juicio contra Letby duró 10 meses y determinó que ella atacaba a los bebés después de que sus padres o enfermeras se iban.
Lucy Letby inyectó aire fatalmente a siete bebés, trató de matar a otros dos atando sus bolsas de alimentación con insulina e intentó asesinar a otro usando una sonda nasogástrica.
Las investigaciones no lograron determinar la motivación detrás de los asesinatos. Sin embargo la exenfermera pareció tener un interés particular con los gemelos y bebés con vulnerabilidades.
Un grupo de abogados que representó a las familias de las víctimas calificó la negativa a comparecer ante el tribunal como “el insulto final”.
“Al no enfrentar las consecuencias de sus acciones, habla de su total desprecio no solo por el daño que ha causado, sino también por nuestro sistema judicial”, dijo Tamlin Bolton, abogado del bufete Switalskis.