Amado y vetado. El eterno arquetipo de muchacho humilde enamorado de la niña rica. Considerado el ídolo de una generación, a quienes muchos recuerdan por su apodo “musiquito”. ¿De quién hablamos? Sin duda alguna, de Guillermo Dávila.
En esta nueva entrega de Vin-hilo, la periodista y melómana Gipsy Gastello nos hace un recorrido por la brillante carrera de este artista venezolano, uno de los más recordados y queridos, quien aún nos deleita con su música.
Luego de una temprana carrera artística bastante fructífera, el gran éxito que convertiría a Guillermo Dávila en todo un galán juvenil fue la telenovela “Ligia Elena” junto a Alba Roversi, en 1982, y al año siguiente la secuela “Nacho”, debido al éxito rotundo de esta historia de amor.
Dentro de sus muchos éxitos musicales se encuentran “Solo pienso en ti” “Llevo perfume a ti”, “Cuando se acaba el amor”, “Fabiola” y “Barco a la deriva”, entre otros. Destacan también “Me fascina” y “Tesoro mío” todo un éxito que interpretó con la grandiosa Kiara, uno de los dúos románticos que trascendieron el tiempo y el espacio.
El ídolo vetado
Pero en 1988 se genera una enorme polémica por uno de sus temas, este sería “sin pensarlo dos veces”, compuesto por Rudy La Scala, el cual fue sacado del aire por ser una canción con contenido sexual demasiado explícito. Literalmente, lo vetaron. Parece ridículo en estos tiempos, tomando en cuenta las líricas del género urbano, pero así fue.
Indudablemente talentoso y guapo, Guillermo cantó algunas canciones de Yordano, otras de Rudy La Scala, y las de su autoría, marcando un hito en América Latina para esos tiempos. Y hoy lo seguimos cantando. A Guillermo, en definitiva, nadie le quita lo bailao’
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