La justicia de Estados Unidos solicitó al expresidente de Perú, Alejandro Toledo, que se entregue para que pueda ser extraditado. Toledo, quien fue presidente de Perú de 2001 a 2006, enfrenta cargos por corrupción en su país natal.
Toledo se encuentra actualmente en Estados Unidos y ha evitado la extradición a Perú durante varios años. Los fiscales peruanos lo acusan de recibir sobornos por valor de $20 millones de la compañía brasileña de construcción Odebrecht para asegurar contratos de construcción en Perú. También se le acusa de lavado de dinero y otros delitos relacionados con corrupción.
Toledo ha negado todas las acusaciones en su contra y ha pedido asilo en Estados Unidos. Sin embargo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha solicitado su extradición para que pueda enfrentar los cargos en Perú.
El juez federal de Estados Unidos, Thomas Hixson, ordenó a Toledo que se entregue a las autoridades peruanas en un plazo de 22 días. Si Toledo no cumple con esta orden, podría enfrentar una pena de prisión prolongada en Estados Unidos.
Toledo ha criticado la decisión de la justicia estadounidense, calificándola de «persecución política». Sin embargo, los fiscales peruanos han argumentado que Toledo debe enfrentar los cargos en su país natal.
La solicitud de extradición de Toledo fue recibida con agrado por los defensores de la lucha contra la corrupción en Perú. El país sufre una serie de escándalos de corrupción en los últimos años, y muchos peruanos creen que la impunidad para los políticos corruptos es uno de los principales problemas del país.
Además de Toledo, otros políticos peruanos, como el expresidente Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, también enfrentan acusaciones de recibir sobornos de la compañía brasileña Odebrecht. Ambos han negado las acusaciones y se encuentran en prisión preventiva en Perú.
