Desde el pasado jueves las relaciones entre Rusia y Colombia se tensaron, luego de que el país neogranadino realizara acusaciones sin fundamentos a la nación eslava por presunta “injerencia”, declaraciones que el Kremlin tachó como “irresponsables”. Tras ello al presidente Iván Duque tuvo que bajar la guardia e invitar a la diplomacia rusa a un diálogo.
La polémica surgió durante el III Congreso Internacional Antidrogas. Desde allí el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, realizó contundentes declaraciones ante los medios. Según dijo, escuadrones de inteligencia identificaron una presunta “injerencia extranjera en el borde de la frontera”.
En ese sentido, Molano hizo acusaciones sin pruebas contra Rusia e Irán, por presuntamente trasladar funcionarios del ejército de Venezuela a la frontera con Colombia.
En consecuencia, la Embajada de Rusia en Bogotá no tardó en pronunciarse, la delegación catalogó a las acusaciones de Colombia como “irresponsables“. A través de su cuenta en Twitter, la sede diplomática publicó un comunicado.
“La Embajada de la Federación de Rusia en la República de Colombia constata con perplejidad los continuos intentos de acusar sin fundamento a la Federación de Rusia de la presunta injerencia en los asuntos internos de Colombia”.
Asimismo, la representación de Moscú dijo que los señalamientos tienen que ver con la “búsqueda incansable” de Molano por hallar “enemigos ficticios“.
Por su parte, Duque no tuvo otra opción que tratar de resarcir las acusaciones de Molano y aseguró que conversaría con la diplomacia de Rusia.
“Yo creo que vamos a tener la posibilidad de hablar con la representación diplomática de Rusia en Colombia para entender un poco cuál es la asistencia militar que se está brindando en Venezuela”. Así lo destacó el presidente.
