Con fervor, amor, fe y agradecimiento por las bendiciones recibidas, devotos celebran este 18 de noviembre los 315 años de la aparición de La Chinita.
Los fieles devotos se congregaron poco antes de las 11 de la noche de este domingo 17 de noviembre, en la plazoleta de San Juan de Dios, en Maracaibo, para cantar a la 12:00 am las tradicionales mañanitas en honor al Día de la Virgen de Chinita, patrona de los zulianos.
Entre oraciones, gaitas y una torta decorada con las tradicionales casas del Saladillo, el trono y una réplica de la santa reliquia fue recibida la Virgen de Chinita.
La hora santa fue oficiada por Mons. José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo, el padre Nedward Andrade, párroco de la Basílica, y sacerdotes, quienes afirmaron: «Que la madre de Dios nos envuelva con sus bendiciones y nos conceda nuestras peticiones».
Este año se recordarán tres hitos: los 125 años de la Consagración al Santísimo Sacramento; los 82 años de la coronación de la Virgen de la Chinita y los 315 años de su aparición a las orillas del Lago de Maracaibo.
La celebración prosigue, con el tradicional juego de béisbol, en el que las Águilas del Zulia recibirán a los Tiburones de La Guaira a la 1:00 de la tarde y, luego, se realizará a las 5:00 PM la Eucaristía solemne, en la plazoleta de la Basílica.
315 años del Milagro de la Chinita en el Zulia
La historia recuerda a María Cárdenas, aquella señora de avanzada edad, que lavaba ropa a orillas del Lago de Maracaibo. Durante una de sus jornadas, la lámina de madera llegó a sus pies, pero ella la devolvió a las aguas. Sin embargo, esa tabla regresó al lugar donde estaba la mujer.
Cárdenas vio que la tabla tenía unas imágenes confusas, se la llevó para su casa y la puso sobre una tinaja utilizada para almacenar agua. Una vez puesta la tablita sobre la tinaja, el agua se desbordaba sola, como si hirviera. La mujer agarró el cuadro de madera, para ponerlo en una de las paredes de su vivienda, pues se entreveía una imagen religiosa.
En ese instante, Cárdenas escuchó un ruido en la pared. Ella no le dio importancia, pero siguieron otros dos golpes y sintió algo de temor. Su asombro fue indescriptible cuando vio que de la tabla brotaban luces de colores resplandecientes.
Allí se delineó por completo la imagen de la Virgen Chinita, con el Niño Jesús en brazos, junto a San Antonio de Padua y San Andrés Apóstol. Fue cuando la adulta mayor cayó de rodillas y gritó ¡milagro!
Además de la aparición de la Virgen Morena, hace 82 años fue coronada la reliquia y se proclamó su himno «Gloria a ti, Casta Señora».
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