La policía ecuatoriana capturó este jueves a seis ciudadanos colombianos sospechosos del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el miércoles en Quito.
Los sospechosos fueron identificados como Andrés Manuel Mosquera, José Neider López Hitas, Adey Fernando García, Camilo Andrés Romero, Jules Osmin Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez. Todos ellos tienen antecedentes penales en Colombia por delitos como homicidio, robo y porte ilegal de armas.
La policía informó, en rueda de prensa, que los sospechosos resultaron detenidos en varios allanamientos en el sur de Quito. En los procedimientos, la policía también encontró un fusil con dos cargadores, una subametralladora, cuatro pistolas. Además, tres granadas, cuatro cajas de munición, dos motocicletas y un vehículo reportado como robado.
El asesinato de Villavicencio conmocionó a Ecuador y generó una ola de protestas en el país. Los manifestantes exigen que las autoridades esclarezcan el crimen y que se lleven ante la justicia a los responsables.
Este crimen es el segundo magnicidio que ocurre en la región los últimos años. En julio de 2021, el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado por un grupo de mercenarios colombianos.
La captura de los seis colombianos es un paso importante en la investigación del asesinato de Fernando Villavicencio. Sin embargo, aún quedan muchas preguntas sin respuesta, como el móvil del crimen y la identidad de los autores intelectuales.
𝗜𝗠𝗣𝗢𝗥𝗧𝗔𝗡𝗧𝗘 ||
Mediante #RuedaDePrensa, se dio a conocer el despliegue operativo en varios sectores del #DMQ, donde fueron aprehendidos 6 presuntos implicados por el atentado al candidato presidencial Fernando Villavicencio y el ataque armado a servidores policiales. pic.twitter.com/Mv3v3YuIdQ
— Policía Ecuador (@PoliciaEcuador) August 10, 2023
La Policía detalló también que Fernando Villavicencio contaba “con tres cercos de seguridad: uno interno conformado por el equipo de seguridad de cinco policías; un cerco intermedio de reacción integrado por el equipo de apoyo de la Unidad de Mantenimiento del Orden y dos patrulleros que conformaban el cerco externo”.
Las autoridades ecuatorianas se comprometieron a no descansar hasta esclarecer el crimen y llevar ante la justicia a los responsables.