El gobierno de Brasil destituyó formalmente a 11 militares que formaban parte de la vicepresidencia y del Gabinete de Seguridad Institucional, luego de que se generara una crisis de confianza entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y las Fuerzas Armadas, por el intento de golpe de Estado suscitado el pasado 08 de enero.
El Diario Oficial de la Unión dio a conocer los detalles este miércoles a través de su página web. Según la publicación, las bajas de estos efectivos se suma a otras 80 que ha ejecutado el jefe de Planalto.
En días recientes, Lula destituyó a al menos 80 militares que ejercían funciones en la sede de gobierno y la residencia presidencial. Entre ellos también se incluye el despido del comandante del Ejército, general Júlio Cesar de Arruda.
Las medidas tomadas por el mandatario tuvieron lugar luego de los ataques de un grupo de bolsonaristas a varios edificios públicos ubicados en Brasilia. A comienzos de enero, los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, irrumpieron de manera violenta en la Suprema Corte, el Palacio de Gobierno y en el Cuartel General del Ejército.
Para el presidente Lula, los manifestantes recibieron ayuda interna durante la invasión a las sedes gubernamentales. “Estoy convencido de que el Palacio de Planalto fue abierto para que las personas entraran, porque no hay puertas rotas. Alguien les facilitó la entrada aquí. Policías, agentes de seguridad e incluso miembros de las Fuerzas Armadas fueron conniventes con los asaltantes”, expresó.
