La economía de Italia se enfrenta a un invierno sombrío y una muestra de ello son los altos niveles de inflación.
Analistas avisan sobre una posible recesión, ante la dependencia del gas y la caída del gasto de los consumidores en Italia.
Un panorama nada alentador, después de experimentar un crecimiento económico más rápido de lo esperado durante el verano.
Entre los factores atribuidos, se encuentran: altos precios de la energía y reducción del gasto de los consumidores. Así como las crecientes deudas que son algunos de los problemas que debe abordar la administración de Giorgia Meloni.
El Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó el 11,8 por ciento en octubre.
Siendo este el nivel más elevado desde 1984, lo que nos da una idea del impacto y tensiones del conflicto geopolítico en Ucrania.
En tanto, la aceleración de la inflación se fundamenta en el alza de los precios de la energía, que varió del 44,5 por ciento registrado en septiembre, al 71,1 por ciento en octubre.
El Istat señala que los alimentos también tuvieron variaciones, pues en septiembre su valor ascendió al 11, 4 por ciento, y en octubre aumentó a 13,1 por ciento.
El pronóstico del crecimiento anual de la inflación en Italia para 2022 es del 8,0 por ciento para el índice general. Mientras que se atribuye un 3,7 por ciento para el componente básico
Otro indicador atribuido por expertos, es que Italia, ha afrontado décadas de inestabilidad política que han frenado el crecimiento económico del país europeo, dado que el gobierno cambia con frecuencia.
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— Istat (@istat_it) November 16, 2022
