Un grupo de científicos de la Universidad Séchenov de Rusia, desarrollaron un biosensor flexible para el corazón, también denominado parche cardíaco.
El desarrollo científico permitirá a los cardiólogos controlar de manera remota los problemas del corazón y ayudar a prescribir rápidamente un tratamiento eficaz.
El dispositivo registra contantemente los electrocardiogramas del paciente durante 14 días. El biosensor no requiere recarga de la red eléctrica y pesa alrededor de 11 gramos.
El parche está completamente diseñado para que analice el nivel de actividad corporal durante todo el día y registre los cambios en la posición del cuerpo, los movimientos e incluso las caídas de los pacientes.
Los científicos rusos dieron a conocer que el aparato funciona mediante una conexión inalámbrica, se instala a una aplicación telefónica en la cual el paciente podrá transmitir datos sobre el funcionamiento del corazón a los servidores en la nube.
El parche cardíaco solo requiere de dos a tres sincronizaciones por semana para intercambiar datos y ver los cambios que se han obtenido.
Así, el cardiólogo tratante puede conectarse desde cualquier equipo electrónico para evaluar y analizar el funcionamiento cardiovascular y hacer un seguimiento en tiempo real.
El parche cardíaco no causa molestias, ya que es pequeño, flexible, inalámbrico e impermeable, destacó la universidad.
