Aunque Occidente se empeña en cercar a Rusia con relación al conflicto en Ucrania, los tambores de la guerra no han seducido a Moscú.
Sin embargo, el arsenal de la Federación de Rusia pudiera ser determinante en caso de un conflicto bélico y para ello cuenta con un as bajo la manga: Poseidón 2M39.
Aunque no se trata del rey de los mares de la mitología griega, sino de un poderoso torpedo.
Este titán de los mares mide 20 metros de largo, posee una ojiva nuclear que puede detonar al llegar a la costa y crear así un tsunami de 500 metros de altura que golpea con agua radiactiva.
Pero conozcamos otras características implícitas en el Poseidón 2M39, el mayor torpedo jamás desarrollado en ningún país.
El portentoso Poseidón 2M39
- Velocidad: 70 nudos (los informes que afirman que Poseidón puede viajar a velocidades muy altas y/o que utiliza la supercavitación – el uso de una burbuja de cavitación para reducir la fricción de la piel en un objeto sumergido y permitir altas velocidades – han sido desmentidos).
- Alcance: Más de 10.000 kilómetros.
- Dispone de unos 2 metros de diámetro y más de 20 metros de longitud.
- Cuenta con el doble del tamaño de los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM).
- Es treinta veces el tamaño de un torpedo “pesado” normal.
- Poseidón no depende de ningún GPS externo.
- No necesita un satélite que lo guíe, sino que sigue su sistema interno de navegación.
- Capaz de navegar a 1 kilómetro de profundidad, puede ir prácticamente en silencio, muy despacio, para no activar ninguno de los sistemas costeros de defensa.
- Dispone de una cabeza nuclear de 2 megatones.
- Poseidón podría acabar con toda una flota costera de la Marina.
- Con una ojiva de 100 megatones, arrasaría en el acto la ciudad de Nueva York y la costa de New Jersey (Estados Unidos).
- Es un arma indetectable por los sistemas de radar y puede generar olas de grandes dimensiones.
Pero más allá del Poseidón 2M39, Rusia también tiene otros elementos geopolíticos que juegan a favor, como la escasez de combustible, municiones y personal de combate en las filas de Kiev.
Aún así, Occidente sigue actuando bajo la premisa de enviar armas a Ucrania. Esto sin olvidar, otra jugada en el tablero de ajedrez, como el gas ruso, altamente demandado por Europa, pero que por atender al guión de la Casa Blanca, opta por rechazar a Moscú.
De allí que la apuesta del Kremlin, es que los países más dependientes del gas ruso, como Italia y sobre todo Alemania, antepongan sus propios intereses económicos a las órdenes de Washington, destacan expertos.