Un libro de Winnie the Pooh, es la nueva iniciativa que impulsan en el estado de Texas, en Estados Unidos (EEUU) para que los niños sepan cómo protegerse en caso de que se registre un tiroteo en sus escuelas.
La noticia del libro se conoció justo cuando se cumplió un año del trágico tiroteo en una escuela de Uvalde, en Texas. El hecho dejó 19 pequeños muertos. Una realidad que se ha repetido a lo largo de los últimos años.
El libro de Winnie the Pooh que les enseña a los niños a correr, esconderse, pelear en un tiroteo, fue hecho bajo la supervisión de la consultora de seguridad Praetorian y está basado en protocolos oficiales.
Según detalla la consultora en su sitio de Internet, la policía puede tomarse hasta ocho minutos en llegar a la escena del tiroteo, y en ese período los alumnos deben saber qué hacer.
Stay Safe (Mántente a salvo)
Los padres han acogido esta iniciativa con conmoción. Un reportaje de AP revela que Cindy Campos, la madre de un niño de apenas cinco años, conoció la existencia del libro porque el pequeño llegó a su casa emocionado con el nuevo cuento.
El niño le pidió que se lo leyera, pero su corazón de madre se estremeció cuando se dio cuenta de que el nuevo libro de Winnie the Pooh era una guía para protegerse de un eventual tiroteo.
En el texto se aconseja a los niños que cierren las puertas con llave, apaguen las luces y se escondan en silencio. Y, si al final “no puedes huir, tienes que pelear con todas tus fuerzas”, se lee en uno de los fragmentos de la historia titulada “Stay Safe”.
Cada uno de los “consejos” los desarrollan personajes de la querida serie animada. Como Puerquito, Pooh, así como Cangu y su hijo Rito.
“Winnie the Pooh ahora les está enseñando a los niños de Texas sobre los tiradores activos porque los funcionarios electos no tienen el coraje de mantener a nuestros niños a salvo y aprobar leyes de seguridad de armas de sentido común”, tuiteó Gavin Newsom, gobernador demócrata de California.
Tan solo en lo que va de 2023, se han registrado 46 tiroteos en escuelas de todo EEUU. Las víctimas mortales ascienden a 36, de las cuales 29 eran niños.
A pesar de los numerosos tiroteos en escuelas y lugares públicos, políticos estadounidenses se aferran a su derecho constitucional de portar armas. Parece que la estrategia más efectiva para ellos consiste en enseñar cómo protegerse de los tiroteos, en lugar de prevenirlos.
