La FAO, anunció este viernes que la situación de Ucrania amenaza la cadena de alimentos y fertilizantes a nivel mundial. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha traído escenarios de caída libre en la economía de la orbe.
Una muestra de ello es el anuncio de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esto se debe al papel que juegan ambos países como gigantes exportadores de cereales y fertilizantes, encareciendo los productos.
A través de un comunicado el director de la FAO, Qu Dongyu, afirmó que la situación tiene “importantes repercusiones para la seguridad alimentaria” del mundo.
“Las perturbaciones de la cadena de suministro y la logística de la producción de cereales y semillas oleaginosas de Ucrania y la Federación de Rusia. Así como las restricciones a las exportaciones rusas, tendrán importantes repercusiones para la seguridad alimentaria”.
Rusia es el mayor exportador mundial de trigo y Ucrania el quinto. Ambos proporcionan el 19% del suministro de cebada, el 14% del trigo y el 4% del maíz del mundo.
Estas cifras representan más de un tercio de las exportaciones mundiales de cereales, y venden el 52% del aceite de girasol mundial, según datos de la FAO.
🔴 Information note: The importance of Ukraine & the Russian Federation for global agricultural markets & the risks associated with the current conflict.
https://t.co/cng5mresxH pic.twitter.com/kCXxMmMJxz— FAO (@FAO) March 11, 2022
Precios en alza y crisis en puerta
En este contexto y de cara a la zafra de junio, la FAO expresó sus dudas acerca de que los agricultores ucranianos puedan cosechar y vender sus productos.
Los puertos ucranianos en el Mar Negro han cerrado y el envío de gran por tren será imposible por la ausencia de una red ferroviaria funcional a gran escala.
Los puertos rusos, permanecen abiertos. Sin embargo, las sanciones coercitivas de Occidente además de sus aliados, la Unión Europea y la OTAN han provocado una importante depreciación.
Si esta situación se mantiene, podría socavar la productividad y el crecimiento de la economía mundial, lo que podría representar un aumento mayor en los costos de la producción agrícola.
