La Delegación Sindical Internacional de Observación Electoral presente en Colombia para acompañar las elecciones presidenciales del 29 de mayo presentó un informe del trabajo realizado.
En el informe, la Delegación Sindical Internacional de Observación Electoral destacó los siguientes aspectos:
- Masiva participación de la población en las elecciones en un clima general de calma y tranquilidad. Esto, pese a algunos incidentes registrados por órganos competentes y que investigan para determinar su naturaleza y relación con el evento electoral.
En este sentido, es importante señalar que el clima previo de tensión, eventos violentos en la campaña electoral y situaciones complejas en algunas regiones, eran de las mayores preocupaciones de los actores electorales, así como de las misiones de observación nacional e internacional.
El organismo destacó el recibimiento por la sociedad civil, de las campañas de los diferentes candidatos y autoridades colombianas; valorando la importancia del ejercicio de observación internacional. La presencia de la observación internacional contribuyó, de forma importante, a la tarea de organizaciones políticas y de la sociedad civil para una mayor transparencia a las elecciones.
- En general, si bien la capacidad institucional de la Registraduría Nacional requiere fortalecerse, se han logrado avances importantes. Aunque hubo dificultades significativas durante las elecciones del 13 de marzo, no hay evidencia que indique que ocurrió un fraude electoral generalizado. El rápido recuento de los votos, la confirmación de los resultados y el reconocimiento de estos por todas las campañas electorales ha sido muy importante para enviar un mensaje de tranquilidad sobre la transparencia de los comicios.
Por otro lado, destacaron que hubo miles de testigos electorales que no habían sido certificados por la registraduría. Esto es un aparente error que afecta a diversos partidos políticos y a la capacidad de la sociedad civil para ayudar a monitorear las elecciones.
La Misión de Observación Electoral tuvo denuncias
Por su parte, la Misión de Observación Electoral (MOE) recibió denuncias de coacción sufrida por trabajadores. Resaltan que fue con la finalidad de interferir en la libre voluntad para el ejercicio del voto; de constreñimiento para obligar al voto por determinado candidato e incluso, impedir el traslado para ejercer el voto el día 29 de mayo.
Estas situaciones ya habían sido denunciadas por las organizaciones sindicales de Colombia durante la campaña electoral.
Segunda vuelta en Colombia: Preocupaciones y riesgos
Con respecto a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la misión expresó algunas preocupaciones y cuestiones que deben atenderse, a partir de los riesgos identificados por la Misión de Observación Electoral, las centrales sindicales y la campaña del Pacto Histórico, así como otros actores nacionales e internacionales.
- Es preocupante que los diversos softwares empleados durante el proceso electoral no hayan sido sometidos a un proceso de auditoría administrado por el Consejo Nacional Electoral u otras partes externas autónomas de la Registraduría.
- La participación en la campaña electoral de autoridades del poder ejecutivo, en sus distintos niveles de gobierno, representa una violación de disposiciones legales y constituyen faltas graves de orden administrativo. La participación de autoridades de gobierno, en favor o en contra, de alguna de las candidaturas deberá ser claramente desestimulado por la Fiscalía. Su ocurrencia deberá ser sancionada, conforme a lo establecido en la ley.
- Mayor gravedad constituye la participación en la diatriba electoral de diversos mandos de las fuerzas armadas durante el primer turno. Los mandos militares deberán abstenerse de pronunciarse sobre el acto electoral, candidatos a la presidencia y candidatas a la vicepresidencia. Lo mismo con contenidos de los programas electorales ofrecidos por las campañas electorales, por cuanto constituyen un grave acto de interferencia.
La violencia en Colombia
- El ejercicio de la violencia por parte de grupos irregulares al margen de la ley constituye una situación gravísima en varios Departamentos de Colombia. Los “paros armados” y otras acciones de violencia contra la población civil a fin de influir en la decisión del voto de la ciudadanía, deben ser firmemente enfrentados por todos los órganos del Estado responsables de asegurar un clima de tranquilidad y paz fundamentales para la acción proselitista de las campañas y sus candidatos y candidatas, así como el libre ejercicio del derecho al voto de toda la ciudadanía.
