Científicos chinos han descubierto una vía molecular esencial para la memoria social a largo plazo en roedores.
Este interesante hallazgo podría contribuir a mayores datos sobre la investigación relacionada a trastornos sociales como el autismo y la esquizofrenia.
Los investigadores detallan que gracias a la retroalimentación positiva dependiente de la fosforilación sobre el receptor de oxitocina a través de la quinasa PKD1, contribuye a la memoria social a largo plazo.
En este sentido, encontraron que un bucle de retroalimentación positiva dependiente del receptor de oxitocina contribuye a la memoria social a largo plazo en roedores.
Indican que la fosforilación recíproca entre el receptor y la quinasa PKD1 promovió la señalización del receptor de oxitocina aguas abajo en las células cultivadas.
Un importante avance, tomando en cuenta que la memoria social permite el reconocimiento de los demás y la formación y mantenimiento de relaciones.
Además de regular los comportamientos sociales, y apoyado en parte por la hormona de unión oxitocina.
Scientists have discovered a molecular pathway essential to long-term social memory in rodents—a finding that could inform research into social disorders such as autism and schizophrenia. @SciSignal https://t.co/rHBLyrBtDo #Neuroscience pic.twitter.com/zFbZpNHVtk
— Science Magazine (@ScienceMagazine) February 7, 2022
Comportamiento de los roedores
Los alcances de este estudio publicado a principios del mes de febrero en la revista Science, revela los aportes de los neurocientíficos chinos.
En este sentido, los roedores en los que este bucle se interrumpió en la amígdala medial del cerebro mostraron comportamientos y actividad neuronal que indicaron un reconocimiento deficiente de los compañeros de jaula familiares.
Explican que los roedores dependen principalmente de las firmas olfativas para comunicar el estatus social, y las neuronas principales en el cerebro procesan las entradas olfativas principales y accesorias para lograr la convergencia de la información, modulando así el reconocimiento social y la memoria.
Destacan los investigadores de la Universidad de Beijing que el comportamiento social anormal se asocia con diversas afecciones neurológicas; entre ellas el espectro autista y la esquizofrenia.
Entre varios tipos de comportamientos sociales, la memoria social, la capacidad de reconocer congéneres familiares, es un requisito previo para exhibir comportamientos apropiados, como la agresión, la evitación, el comportamiento cooperativo e incluso el comportamiento de apareamiento, hacia los demás, puntualizan los científicos chinos.
