La caravana de migrantes que partió desde México con rumbo a la frontera de Estados Unidos (EEUU), constituye la oleada más grande de la historia de América. Sin embargo, ninguno de los grupos de este tipo que partieron en los últimos meses llegaron siquiera al centro del país.
En la caravana de migrantes viajan unas 11 mil personas, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman). Entre ellas destaca un grupo de unos 70 discapacitados.
“Es necesario que esta crisis migratoria se atienda conforme a la ley, visas humanitarias por un año, inmediatamente, que sean válidas en territorio nacional”. Así lo señaló Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana y convocante de la movilización.
Otros permanecieron en el poblado de Huixtla, donde funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) comenzaron a entregarles salvoconductos con vigencia de un mes.
En una decisión extraordinaria, el INM ha ofrecido los documentos a todas aquellas personas extranjeras que requieran obtener sus trámites migratorios.
La salida de esta caravana de migrantes, coincide con el inicio de la Cumbre de las Américas, cita que reúne a representantes de varios países. Uno de los temas de este encuentro es la forma conjunta de gestionar los crecientes flujos migratorios.
Por su parte, el presidente de EEUU Joe Biden anunció nuevos compromisos de inversión con respecto al tema de la migración. Durante su discurso en la Cumbre de las Américas, reveló una inversión privada por casi 2 millones de dólares en Centroamérica para frenar la migración irregular.
