Al menos seis personas murieron y 12 resultaron heridas en México, luego de que un cártel de la droga detonara una serie de bombas que colocaron en el costado de una carretera al oeste del país.
El hecho ocurrió en la noche de este martes, en el municipio de Tlajomulco ubicado en el estado de Jalisco. Las detonaciones dejaron cráteres en la carretera y destruyeron al menos cuatro vehículos.
De las seis personas fallecidas, cuatro son policías y dos civiles, informaron las autoridades este miércoles. Los funcionarios escoltaban a voluntarios a una supuesta fosa común.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, calificó el ataque como “un acto de terror brutal”. Alfaro aseguró que fue perpetrado por un cártel, al cual no identificó.
“Se trata de un hecho sin precedentes que pone de manifiesto de lo que son capaces estos grupos de la delincuencia organizada”, escribió Alfaro en sus cuentas en redes sociales.
Asimismo, destacó “este ataque representa también un desafío contra el Estado mexicano en su conjunto”.
Detalles
A través de una conferencia de prensa, el gobernador de Jalisco informó que para el atentado se utilizaron un total de ocho bombas improvisadas, de las cuales explotaron siete.
Asimismo, reveló que una llamada anónima que le dio a un grupo de búsqueda de voluntarios una pista sobre un sitio de entierro clandestino cerca de la carretera les tendió “una trampa” a los oficiales.
Luis Méndez, fiscal jefe del estado de Jalisco, destacó que los dos civiles que murieron se encontraban en un carro que pasaba por el lugar cuando explotaron las bombas.
Sugirió que las bombas pueden haber sido detonadas de forma remota por el cártel. “Sucedió en el momento que querían”, añadió.
Sobre los 12 heridos, Méndez indicó que todos son civiles, entre ellos están tres niños de 9, 13 y 14 años. Dijo que algunos de los heridos estaban en estado grave.
También se supo que el artefacto que no detonó ya fue desactivado por los expertos. Sin embargo, Méndez advirtió que el área aún es peligrosa.