Tres investigadores de la Escuela de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Cardiff, Sion Coulman, Chris Thomas y Oliver Castelli, crearon una máquina capaz de imprimir piel humana. Para construirla utilizaron como materia prima uno de los juguetes más populares del mundo: legos.
Los científicos relatan en un artículo publicado en el site «theconversation.com», cuál fue su motivación para fabricar esta particular impresora. La poca disponibilidad de muestras de tejido humano motivó su iniciativa.
«La oferta de muestras de tejido humano es limitada. También es limitada la disponibilidad de muestras de tejidos del tamaño y tipo específicos necesarios. Por eso decidimos abordar el problema construyendo nuestra propia impresora de bajo coste y fácil acceso, capaz de crear muestras de tejido humano«.
El invento se basa en la tecnología de bioimpresión en tercera dimensión. Este proceso consiste en cargar un cartucho con «biotinta» en la máquina. La biotinta contiene células vivas, en un cartucho. Una vez programada la impresora, «la bioimpresora imprime la biotinta cargada de células para formar estructuras tridimensionales que pretenden reproducir la compleja formación del tejido biológico«, explica el artículo.
La bioimpresora 3D permite a los investigadores crear modelos más comparables para estudiar tejidos sanos y enfermos. Sin embargo, constituyen una tecnología costosa que, en general, los laboratorios no pueden comprar.
«Nos preguntamos si podríamos construir nuestra propia bioimpresora 3D a un precio asequible. La respuesta fue «sí» y decidimos hacerlo utilizando Lego«.
Barato, versátil, preciso
Los investigadores usaron ese material porque lo consideran económico, versátil y preciso. Pero, los constructores no sabían si podrían construir con él una impresora 3D. «El resultado tendría que ser exacto, fiable y estable para que fuera útil en nuestro laboratorio».
Un equipo de ingenieros y biólogos trabajó en el diseño, la ingeniería, la construcción y la programación. Concretar el proyecto costó 500 libras. ¿La máquina funciona? Sí.
«Se está utilizando ahora para crear capas de células cutáneas, con el fin de crear un modelo de piel a escala real (...) Es una oportunidad apasionante para imitar tanto la piel sana como la enferma, estudiar los tratamientos existentes y diseñar nuevas terapias para tratar diversas enfermedades cutáneas«.