Muchas personas al salir del trabajo les gusta compartir tragos de bebidas alcohólicas con compañeros, a modo de relajarse después de las jornadas laborales.
Recientemente un estudio elaborado por investigadores de Japón Taiwán y Corea del Sur reveló que estas reuniones sociales no mejoran la situación económica.
Para realizar la investigación se encuestaron a 3.500 hombres entre 25 y 59 años con 45 preguntas relacionadas a la salud, los hábitos de consumo de alcohol, las finanzas, las horas de trabajo, entre otras cosas.
Otro de las pruebas que se le hizo a los encuestados fue comprobar su tolerancia al alcohol mediante una sencilla prueba de parche.
Para el estudio, los científicos se interesaron especialmente por los hombres asiáticos, debido a su cultura de consumo de alcohol y, además, por síndrome del enrojecimiento alcohólico, que es una incapacidad genética para digerir la bebida, que produce que los rostros de las personas se pongan rojos, también experimentan dolores de cabeza, mareos y otros síntomas.
En tal sentido, la investigación arrojó que quienes ingieren más no parecen tener una ventaja económica sobre los intolerantes al etanol y menos bebedores.
El profesor Daiji Kawaguchi, economista de la Escuela Superior de Políticas Públicas de la Universidad de Tokio, manifestó que «no encontramos ninguna justificación para que beber sirva para mejorar los resultados del mercado laboral», destacó.
Los investigadores pretenden repetir el experimento con un algunos de datos adicionales y en colaboración con otros especialistas.