Los recientes resultados de la jornada de votación para elegir al gobernador del estado Barinas nos invitan a realizar una profunda revisión en toda la estructura del partido; así como también, de la gestión de nuestros cuadros en cada una de las responsabilidades de Gobierno en el ámbito nacional, regional y local.
Es una responsabilidad directa de nuestros cuadros de avanzada direccionar la reflexión con amplitud, madurez y comprensión del momento histórico que atraviesa el proyecto revolucionario.
No podemos, bajo ningún concepto, reducir el análisis a un ejercicio estéril determinando culpables. Si algo nos tiene que dejar claro este evento, es la importancia de la UNIDAD de las fuerzas revolucionarias de cara a las diversas adversidades que enfrentamos y las que estamos por enfrentar.
Otro elemento importante, que debemos proyectar con fuerza hacia la opinión pública es el carácter democrático del proyecto que lidera el Presidente Nicolás Maduro, el cual –históricamente– ciertos medios de la des–comunicación y los opinólogos de oficio –al servicio del gran capital– omiten deliberadamente en torno a los resultados de Barinas y cualquier proceso electoral de los últimos veinte años, refiriendo a la construcción de una matriz de opinión que nos señale como un régimen autoritario y vulnerador de los derechos humanos.
Para nosotros los revolucionarios, la última palabra siempre la tendrá el soberano, tal y como ha sido demostrado en cada uno de los diversos procesos electorales en los cuales las fuerzas patrióticas han reconocido y respetado la voluntad del pueblo.
Contradicciones
El bloqueo financiero y comercial se ha convertido en una herramienta criminal, a través de la cual el imperialismo acelera el conflicto y las contradicciones económicas, políticas y sociales.
Un asedio permanente y sistemático a todos los niveles, sin precedente alguno en nuestra historia. Situación que demanda EFICIENCIA en la gestión de la Administración Pública para atender las necesidades más sentidas de nuestro pueblo.
Hay que profundizar y fortalecer los mecanismos de comunicación con el pueblo; saber escuchar sus planteamientos y lo más importante atenderlos oportunamente. Esto de cara a los desafíos políticos, económicos y sociales de este nuevo año 2022.
De igual forma, resulta necesario que el Partido Socialista Unido de Venezuela se convierta en el contralor de la gestión gubernamental. En una herramienta de control y seguimiento que pueda generar alertas oportunas para que, desde el Gobierno se apliquen los correctivos necesarios.
La realidad actual de nuestro país nos demanda madurez, altura, compromiso; pero sobre todo, mucha lucidez y frescura para la construcción política en medio de condiciones sumamente adversas –pandemia, bloqueo imperialista, saboteo interno y externo, tropiezos en la instrumentación de la política económica, entre otras.
Estas condiciones combinadas acentúan las contradicciones sociales, políticas y económicas que después de veinte años en el ejercicio del poder, podrían constituirse en fuerte herramienta para mermar la invaluable capacidad de resistencia de la militancia y el pueblo todo; producto de la estrategia de guerra de quinta generación, la canalla mediática y los errores que fuera de todo cálculo no reposan sobre el debido “control de daños”.