El Gillmanfest, festival de heavy metal que produce y organiza el cantante de rock venezolano Paul Gillman, se desarrolló exitosamente el pasado sábado 14 de enero, con la participación de más de 2.500 asistentes y un claro mensaje antireguetón.
Este año el escenario para el famoso encuentro anual fue la concha acústica de Las Delicias, Maracay, estado Aragua. Reunió a 24 bandas nacionales y el cierre estuvo a cargo de la banda Gillman y de la agrupación femenina Crypta, de Brasil. A la hora de ingresar solo era requisito pagar una entrada solidaria. Esta oscilaba entre 10 y 20 dólares, en dependencia del día de la adquisición del boleto.
Uno de los participantes a esta edición del Gillmanfest dijo que el rock es «una expresión cultural y a Gillman le admiramos por su legado, trayectoria, aguante y por su manera de protestar«.
Una forma de protesta contra los poderes decadentes
Otro de los integrantes del público, expresó que «el rock es una forma de protesta y una manera de decirle a esos poderes decadentes, que quieren imponernos su basura musical y su industria cultural inservible de mierda, que aquí tenemos una alternativa de vida que es el rocanrol. Larga vida al rocanrol, rebeldía por siempre».
El Gillmanfest nació en Valencia, Carabobo, en 2005. Ha completado 15 ediciones en diferentes ciudades del país, siendo esta la séptima vez que se presenta en Maracay.
Por último, sobresale que entre los artistas internacionales que ha convocado destacan Paul Di’Anno, Kraken, Rata Blanca, Megadeth, Testament, Tim «Ripper» Owens, Brujería, Lujuria, Overkill. Además, Uriah Heep, Tren Loco, Destruction, Fear Factory, Sepultura, Saxon, Annihilator, Leo Jiménez, Sherpa, José Andrea, entre otros.
