Con motivo de la Tercera Toma de Lima y las manifestaciones previstas para los días 27, 28 y 29 de julio, entrevistamos nuevamente al Padre Luis Bazalar, sacerdote diocesano y comentarista internacional. Lo habíamos conocido en Venezuela, donde encontró refugio luego de amenazas de muerte por su compromiso con las comunidades andinas en resistencia.
Nos había explicado que su compromiso, en la estela de Mariátegui y Bolívar, lo lleva a compartir la plataforma de reivindicaciones de las comunidades organizadas, defraudadas del presidente legítimo que habían elegido, Pedro Castillo, procesado y encarcelado por la oligarquía a sueldo de Washington. También agregó que, si las circunstancias lo requerían, estaba listo para asumir la responsabilidad política de presentarse como candidato presidencial, una vez definido un nuevo proceso constituyente.
Te fuiste a Venezuela por un tiempo después de recibir amenazas de muerte. ¿Por qué ha decidido volver ahora y en calidad de qué?
Decidí volver al Perú porque nuestro pueblo volvió a convocar a las protestas y marchas legítimas y universalmente amparadas como derechos inalienables e inviolables del ser humano. Estuve en diciembre del 2022 cuando nos masacraron y seguiré estando las veces que mi pueblo levante su voz. He regresado y participado como un hermano más que se une a un solo grito: “libertad”.
¿Cuál es tu programa ahora?
He decidido emprender mi peregrinación política por toda la Patria. Empezaré por visitar a nuestros hermanos del Sur: Puno, Cusco, Arequipa, Ayacucho, Huancavelica, Moquegua y Tacna. Escucharé sus reclamos y me uniré a su dolor con una participación activa. Después iré a la Selva: Iquitos, Tarapoto Pucallpa y Madre de Dios. Una vez concluidos esos dos grandes bloques, le dedicaré tiempo a todo el norte de mi país: Tumbes, Piura, La Libertad, Ancash, Cajamarca, Chachapoyas, Huacho y el Ande central. Al concluir este itinerario me adentraré en las periferias, los asentamientos humanos y los distritos más pobres de Lima (de los 12 millones, casi 9 viven en muchísima necesidad y su voz a nadie le importa). Después de recorrer mi país, estableceré reuniones con todos los líderes de izquierda para tener una agenda única donde se logre romper los sectarismos que tanto dolor nos ha traído. De este modo, nuestro cometido es darle poder real y efectivo a las organizaciones de base del pueblo trabajador, darle un espacio a la clase obrera, uno donde sus demandas puedan ser respondidas; en suma, vemos que este Perú, que ha estado sufriendo, y a pesar de la esclavitud por la que atraviesa, no ha perdido la esperanza de ser liberado de las dos grandes burguesías que acaparan toda la propiedad de los medios de producción: la gran burguesía financiera y la gran burguesía burocrática. Aterrizando los conceptos, me refiero a tener una agenda en la que las clases trabajadoras del Perú se puedan liberar de toda opresión de parte de los nuevos grupos de poder y de las élites de siempre.
¿Qué situación encontró en el Perú desde el punto de vista político y social?
Encontré a mi país más fragmentado y destruido que nunca. Por un lado, las derechas han terminado de copar todos los espacios del Estado y ahora quieren la cabeza del Jurado Nacional de Elecciones. Por otro lado, la delincuencia se ha apoderado del Perú y funciona casi como el brazo de intimidación que usa la derecha para mantener el temor, la zozobra y el sometimiento. Incluso, he visto con dolor y pesar, que nuestra gloriosa policía nacional está infestada de malos elementos que salen a la luz cada vez más y conformando bandas criminales. La economía, destruida. La inflación no ha dejado de subir y la productividad, de bajar. Tenemos el peor semestre en años. Y mi pueblo no sabe qué hacer porque los precios se han disparado a pesar que el dólar ha caído vertiginosamente, pues la inflación no tiene que ver directamente con el valor de nuestra divisa. Esta es la maldad del sistema capitalista. Esta es su naturaleza despiadada y diabólica contra el pueblo. Cuando el dólar se dispara todo se encarece, cuando este cae, nada vuelve a ser igual, ya que la inflación es acumulativa. A pesar de este panorama lúgubre, triste y melancólico, también he encontrado la esperanza de que podemos cambiar esta realidad a partir de la clarísima conciencia de mi pueblo por exigirle al gobierno que no nos vamos a conformar con un puente o un colegio. Hoy queremos el control del Estado para construir nuestra peruanidad y eso pasa por una nueva Constitución.
¿Cómo viviste la tercera toma de Lima? ¿Qué pasó? ¿Cuál es el costo de estas protestas?
Tuvimos información privada y confidencial que mi vida corría riesgo porque había tomado una postura clara y contundentemente. Hasta hoy sabemos que, si no fuese porque el pueblo me protege, yo ya estaría en la otra vida. He participado en la toma de Lima en las dos marchas al lado de nuestro pueblo (19 de julio y el 22). También participaré en las del 27,28 y 29 de julio. Pude observar que nuestra población no solo ha despertado sino que no parará hasta que este gobierno ilegítimo renuncie, se le consulte al pueblo si desea o no una Asamblea Constituyente y luego recién convocar elecciones generales bajo una nueva ley suprema para que por fin, de una vez por todas, como lo insinuó el gran historiador Basadre, podamos construir nuestra peruanidad, es decir nuestra identidad. Hubo mucha participación a nivel nacional e internacional. Hemos pasado los 80 mil a nivel nacional. Es una muestra clara que el peruano no baja la guardia. No olvidemos que como ente represor han estado las fuerzas estatales y también tenemos como contexto las masacres y asesinatos cruentos del pasado diciembre del 2022. Creo que el costo no es el cansancio o la desilusión sino el incendio de las conciencias. Basadre decía que el Perú podía estar por mucho tiempo en un estado de cuadriplejia social, sin embargo, cuando despertaba, era como un organismo en convulsión imparable. Estamos en ese momento: en el momento destituyente. La gran burguesía financiera y la gran burguesía burocrática no podrán seguir soportando a punta de balas o de secuestros de líderes sindicales. Estos dos grandes grupos de poder saben que el pueblo los aborrece y los vomita como Dios a los tibios.
Las manifestaciones continuarán los días 27, 28 y 29 en un clima de máxima alerta y con un gran despliegue policial. También se habló de la presencia de militares estadounidenses. ¿Es así? ¿Cómo se organizan los movimientos y con qué posiciones? ¿Es cierto que hay divisiones sobre el tema de la reintegración de Castillo en sus funciones?
Efectivamente, se seguirán dando las manifestaciones los días 27, 28 y 29 de julio. Yo estaré presente como un peregrino político que levanta su voz como lo hizo Helder Cámara en Brasil, como lo hizo el beato Romero en El Salvador o como lo hizo también el Papa Roncalli (conocido como Juan XXIII). No hemos nacido para ser esclavos, sino para ser libres de verdad. No hay que olvidar que es parte de la falsedad celebrar nuestra independencia el 28 de julio. No fuimos libres de nada. Recién gracias a Bolívar en Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824 nos despojamos del Imperio español. En 1821 el ejército realista estaba intacto y las traiciones de los cortesanos y criollos son las mismas de los grupos de poder de hoy. Así que no hay nada que celebrar, menos aún con casi un centenar de asesinados por esta dictadura. Es hora, como decía González Prada, de expectorar el “infame pacto de hablar a media voz”. Nadie ama lo que no conoce y por eso que en 200 años nadie ha amado al Perú. Todos, siempre, han visto a nuestra patria como el botín de guerra. Te pongo otro ejemplo. ¿Quién conoce o recuerda al cholo de los Andes, es decir al gran brujo de los Andes? Me refiero a Andrés Avelino Cáceres, claro está. Pues, absolutamente nadie. Casi nadie sabe quién fue o qué hizo. ¿Por qué? Porque era cholo, andino y dominaba el quechua. Gracias a él los chilenos temblaban de miedo en la guerra del Pacífico. Claro que reconozco a Miguel Grau Seminario (aunque tenía esclavos y traficaba con ellos, cosa que rechazo y me indigna), pero hasta en ello se ve el racismo a la hora de la magnificencia de nuestros héroes históricos. Ahora bien, respecto a la tropas yanquis, claro que están los militares estadounidenses y el pueblo los repudia porque jamás hemos aceptado la opresión y menos ahora. El 19J se vio a un gringo dentro de un tanque y el pueblo en protesta le hizo sentir su total repudio. Esta dictadura tiene la desfachatez de poner a soldados yanquis en nuestras calles y contra el pueblo. Nos querrán convertir en sus nuevos conejillos de indias, con la diferencia que ahora es el Congreso quien les da permiso para entrar. Qué deshonor. Sí viviera Bolívar y viera que mientras él espero año y medio para que el Congreso le pida que libere al Perú del Imperio español, hoy el Congreso le otorga a los norteamericanos que entren para proteger la casta y el poder de las grandes burguesías en contra de nuestro pueblo milenario. ¡Qué asco! Sin embargo, las organizaciones de base y de los movimientos andinos, amazónicos y de la costa se organizan de manera estratégica y prudente para que no capturen a sus líderes o no los amedrenten. Hoy ya no hay cabezas o líderes visibles, hoy se apuesta por la rotatividad y la inmediatez de las mismas comunidades, es decir, hoy es la misma comunidad en pleno que organiza la protesta y es ella misma, por entero, la que decide marchar, protestar o detenerse. Las posiciones de las comunidades y organizaciones de base de la clases trabajadoras no se identifican ni con la derecha asesina ni con la bruta y achorada; tampoco se identifican con la tibieza del centro ni la indefinición del progresismo woke. Hoy vemos que se identifican con aquel proyecto que nacionalice y proteja sus recursos naturales como el litio y el gas, así como con quienes le garanticen que no serán traicionadas al claudicar por una Asamblea Constituyente. No obstante, el pueblo exige desterrar la delincuencia y apostar por la industrialización de nuestra patria. Esto pasa necesariamente por un nuevo pacto social donde se recoja todas las voces de los 34 millones de peruanos y no sólo de la gran burguesía financiera y/o de la burocrática, las cuales no llegan ni a 100 mil personas. Por último, sí que hay divisiones a la hora de exigir la reintegración del presidente Castillo. Entre otras cosas porque la campaña demoledora de los medios hegemónicos no se ha detenido. Veo muy poco probable su restitución y con mucha tristeza, también, poco probable que lo dejen en libertad. Es un mensaje claro para nosotros los mestizos, cholos, andinos, amazónicos y provincianos de parte de las grandes burguesías: “No te atrevas, serrano o cholo, a volver a querer ser presidente, porque ese será tu destino”. Sin embargo, una vez más, como dice González Prada, y hago muy mía esta realidad: “más queda el indio, pues trescientos a cuatrocientos años de crueldades no han logrado exterminarle; ¡el “infame” se encapricha en vivir! (“Horas de Lucha”, González Prada).
¿Crees que esas protestas pueden conducir a la caída de Boluarte?
Creo que sí. La gran burguesía financiera es consciente que no puede haber gobernabilidad con efervescencia social. La gran burguesía burocrática también debe cuidar su capital. Y ambas están reculando su apoyo a la dictadora. Llegarán a un acuerdo para que se adelanten las elecciones y se evite la Asamblea Constituyente. O sea, quieren sacar provecho de su propia debacle. Empero, esta vez el pueblo no se va a conformar con engrudos y migajas; esta vez el pueblo viene con todo y por todo el poder legítimo del que nos enseñaron los grandes revolucionarios de la historia en la humanidad, empezando por Jesucristo. Este gobierno ilegítimo caerá por el clamor popular. No por marchas de intereses particulares y de corte caudillista, sino por el empoderamiento de las bases populares y el sentir de nuestro pueblo que aún espera su liberación republicana.
Los diarios le están dando mucho espacio a la alianza “cerron-fujimorista”. ¿Qué pasa con Vladimir Cerron, secretario general de Perú Libre en momentos en que el pueblo pide la clausura del Congreso?
Al principio pudo dar la impresión de confusión para el pueblo el que el camarada Waldemar Cerrón Rojas integre la lista número 1 de la mesa directiva (al responder esta entrevista internacional la lista 1 es la que ha ganado para el periodo 2023-2024). Sin embargo, después de analizar profundamente y después de escuchar la entrevista nacional en Canal N que dio el secretario del partido Perú Libre (el doctor Vladimir Cerrón), me queda clarísimo que la izquierda popular provinciana que representa Perú Libre jamás pactaría con siquiera alguna ideología, pensamiento o práctica de la derecha asesina y fujimorista. Lo que se ve a todas luces es una recuperación del espacio que jamás debió ceder Perú Libre en el poder legislativo. Creo profundamente que la historia del partido Perú Libre junto con el doctor Vladimir Cerrón y Waldemar Cerrón -su hermano y segundo vicepresidente de la mesa directiva del Congreso- dan testimonio real y seguro que la izquierda provinciana no ha pactado ni pactará jamás contra el pueblo uniéndose a esa derecha asesina, mercantilista y neoliberal que durante 200 años ha esclavizado al pueblo. Me parece que, como socialistas consecuentes, se han percatado de esa gran frase de Lenin que reza así: “salvo el poder, todo es ilusión”. Comprendo la indignación de mucha gente, creen que hay fujicerronismo, una alianza malsana, pero nada más alejado de la realidad. En política tenemos que ser realistas y por purismos no se puede recular en tomar posesión de un puesto de poder. El tiempo histórico será el que ponga en su lugar y reconozca la lealtad y el mismo pueblo será el que castigue con su voto si es que la izquierda provinciana le ha traicionado. Por mi lado, confío en que Perú Libre no abandonará la bandera de la nueva Asamblea Constituyente, la nacionalización de nuestros recursos, la industrialización de la patria y la justicia social.
En muchas plazas de América Latina, pero también de Europa, se manifiesta en solidaridad con los movimientos peruanos. La Cumbre de los pueblos, en Bruselas, puso en su declaración final la solidaridad con el Perú en lucha. ¿Qué importancia tiene en estos momentos la solidaridad internacional, el despliegue de presidentes socialistas de la Patria Grande y qué le pediría?
Todo mi pueblo está sumamente agradecido con el pronunciamiento firme y contundente de la Cumbre de los pueblos en Bruselas. Nuestro eterno agradecimiento y hermandad. Para mí y para todo mi pueblo del Perú la solidaridad internacional es la clave de nuestra liberación, por eso es que emprendí una peregrinación de concientización internacional. Al mismo estilo de Simón Bolívar, nuestro padre y libertador, estamos intentando liberar al Perú porque hoy es como si toda América volviese a estar sometida al Imperio hegemónico, esta vez del imperio yanqui. Desde esta perspectiva, el despliegue y ayuda de los presidentes socialistas, como el presidente Lula, el presidente Petro y el presidente López Obrador, son decisivos y determinantes para que se oiga nuestra voz en el mundo. Yo les pido a todos y cada uno de los presidentes socialistas que no nos abandonen y que nos ayuden a construir nuestra verdadera Patria Grande en la unidad como lo pensó Bolívar y San Martin, y Máriategui.