El senador estadounidense, Antony Blinken, durante la reunión ministerial relativa a la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, insiste que se deberá mantener la presión colectiva contra Venezuela para impedir que el presidente Nicolás Maduro, tomé posesión de la Presidencia de la República el venidero 10 de enero del 2025.
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Persiste la injerencia sobre Venezuela
En ese sentido, Blinken manifestó la urgencia de mantener la presión en los siguientes meses sobre Venezuela, con el objetivo de interrumpir la toma de posesión presidencial de Nicolás Maduro, teniendo en cuenta que quedó electo democráticamente el 28 de julio por el pueblo venezolano.
Esta injerencia sostenida de Estados Unidos, promovida en este momento por Antony Blinken contra el Estado venezolano, busca incorporar a la fuerza la Oficina del Alto Comisionado para los DDHH y de la Misión Independiente de Investigación establecida por la ONU.
Esto, con el fin de “ejercer justicia” contra todos aquellos funcionarios que arremetieron contra los terroristas de los “comanditos” que se encargaron de reclutar, asesinar y dañar la infraestructura del Estado venezolano.
Cabe mencionar que el canciller de Venezuela, Yván Gil, en su momento ordenó la expulsión de las mencionadas extensiones de la ONU del país latinoamericano por “tomar un impropio papel que lejos de mostrarla como un ente imparcial, la ha llevado a convertirse en el bufete particular del grupo de golpistas y terroristas”
Doble Moral
Por otro lado, Antony Blinken exigió al Gobierno de Venezuela “respetar y proteger las instalaciones y personal diplomático, así como las que pidieron asilo a esas instalaciones”.
Cuando claramente la administración del presidente, Nicolás Maduro, ha sido promotora del respeto a los convenios internacionales sobre el asilo; hecho que EEUU ignoró cuando Daniel Noboa irrumpió de manera violenta la embajada de México en Quito y ahora pretende opinar e interferir en los asuntos internos de Venezuela sobre la embajada de Argentina, país con el que Venezuela rompió relaciones por promover el terrorismo de Estado, y, que ahora en sus instalaciones custodiadas por Brasil, resguardan a individuos calificados como terroristas por coordinar y organizar las guarimbas postelectoral.
Estado Unidos insiste en interferir y obstaculizar las decisiones internas tomadas por los venezolanos, pues no le conviene que el próximo 10 de enero del 2025, Nicolás Maduro, tome posesión presidencial, pues representa un Estado rebelde ante las gestiones imperiales de Washington sobre la región.
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