Salir a correr temprano en la mañana es una de las mejores formas de empezar el día y además aporta beneficios a la salud física y mental.
Por un lado, se obtiene un mejor rendimiento muscular ya que los músculos han estado en reposo varias horas y están preparados para trabajar. Por otro lado, la temperatura en las primeras horas del día suele ser más fresca, lo que reduce el desgaste y la sudoración por la regulación de la temperatura.
Además, correr temprano ayuda a preparar al sistema cardiovascular para competiciones, ya que en su mayoría se celebran temprano en la mañana. Adicionalmente, si se corre una o dos veces por semana en ayunas, esto ayudará a quemar grasa.
Por otro lado, los beneficios emocionales y de rutina son igual de importantes. Al correr, el cuerpo libera endorfina y esto deja con una sensación de bienestar que permite iniciar las actividades laborales con una mejor actitud.
De 5:30 a 8.30 de la mañana, la testosterona está en sus niveles más altos. Al ser la hormona que regula el crecimiento de los músculos, correr a esa hora hace que musculemos más que en otros horarios. Eso sí, tras la carrera hay que ingerir un desayuno proteico, porque de lo contrario se perdería masa muscular.
Además, empezar el día con el cuerpo y la mente más oxigenada ayuda a tomar mejores decisiones y a ser más creativo. También permite ser más consistente en el entrenamiento ya que reduce el riesgo de no entrenar por la noche debido al cansancio, compromisos sociales o exceso de trabajo.
Por si fuera poco, otro de los beneficios de correr temprano en la mañana ayuda a desarrollar la virtud de la disciplina.
Los desafíos
Por supuesto, correr temprano tiene sus desafíos. Uno es levantarse pronto debido a la carga de actividades. Sin embargo, los beneficios superan con creces a los inconvenientes.
Además, las articulaciones suelen estar bastante rígidas todavía y los músculos tensos poco flexibles. Por eso es importante hacer un calentamiento dinámico antes de empezar a correr, para garantizar una buena coordinación y evitar lesiones.
Además, una carrera por la mañana puede lograr que se inicie el día con una sensación de meta cumplida. La paz y tranquilidad que brinda correr temprano son gratificantes.
En conclusión, correr temprano tiene numerosos beneficios tanto físicos como emocionales y de rutina.