Mientras Alemania arrecia sus políticas contra Rusia, la potencia europea comienza a adolecer por la escasez de gasolina en el este del país. Así lo admitió el ministro de economía germano, Robert Habek al medio RTL Direkt
“Desafortunadamente, no se puede descartar que efectivamente habrá escasez. Podemos resolver esto, pero puede suceder que durante un tiempo limitado haya muy poco aceite y, por lo tanto, muy poca gasolina. Esto no se puede descartar. Por supuesto, estamos trabajando para que esto no suceda”, dijo Robert Habek.
Esto es consecuencia del no rotundo de Alemania en comprar crudo ruso, y sobre todo pagar en rublos, como exige el Kremlin. Además el este del país depende de la refinería en la ciudad de Schwedt, que utiliza recursos energéticos de Rusia.
Aunque desde el gobierno alemán se admita esta realidad, el ministro Habeck destacó que se está trabajando para evitar dicho escenario.
A sabiendas que la Comisión Europea ya preparó su sexto paquete de sanciones contra Moscú; entre las que incluye prohibir las importaciones del petróleo ruso a los países del bloque.
La #prohibición al petróleo ruso puede provocar una escasez de gasolina en el este de #Alemania, admite el ministro de Economía del país ⚡📢 pic.twitter.com/1HZLd58Xrg
— Rostov News (@RostovNoticias) May 5, 2022
Daños colaterales
Sobre esta situación, expertos geopolíticos precisan que el conflicto entre Rusia y Ucrania, han avivado la inflación mundial, que había comenzado a acelerarse el año pasado cuando las economías se reabrieron tras los confinamientos por la pandemia por la covid-19, lo que provocó un aumento en la demanda de energía y bienes.
Detallan que las sanciones occidentales sobre las exportaciones de carbón y petróleo de Rusia, y los esfuerzos de la Unión Europea para reducir drásticamente el consumo de su gas natural, han hecho subir los precios nuevamente. Las sanciones a Rusia, un importante exportador de metales, han alterado aún más las cadenas de suministro.
Al tiempo que sostienen que la economía más grande de Europa es particularmente vulnerable. Según la Agencia Internacional de Energía, Alemania dependió de Rusia para aproximadamente el 46 % de su consumo de gas natural en 2020.
