La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) condenó el terrorismo perpetrado contra la embajada de Cuba en Washington, (EEUU).
La organización difundió un comunicado a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter).
«ALBA-TCP condena rotundamente el ataque terrorista contra la sede diplomática de la hermana Republica de Cuba en los Estados Unidos de América»
La Alianza recordó que la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas establece la obligación del Estado receptor a respetar y a proteger los locales de la misión. También resaltó el ALBA-TCP que no es primera vez en que la Embajada de Cuba es victima del terrorismo y violencia en Estados Unidos.
Suceso anterior
El más reciente hecho ocurrió el 30 de abril de 2020. En aquella oportunidad un individuo disparó con un fusil de asalto contra la fachada de la misión.
«Los grupos anticubanos acuden al terrorismo al sentir impunidad, algo sobre lo que Cuba ha alertado a autoridades estadounidenses reiteradamente.»
El ALBA-TCP declaró inadmisible que Cuba esté en una lista unilateral de países patrocinantes del terrorismo. Destacó entonces que es victima de estos ataques y reiteró su demanda de que se le excluya de la citada lista unilateral y arbitraria.
Estados Unidos se manifestó
Este lunes, durante una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) Matthew Miller, se pronunció sobre el ataque.
Respondiendo una pregunta, Miller, en nombre del Gobierno de Estados Unidos catalogó como “inaceptable” el ataque a las instalaciones diplomáticas, en este caso hablando sobre la Embajada de la mayor de las Antillas.
“Los ataques y amenazas contra instalaciones diplomáticas son inaceptables”, respondió el portavoz estadounidense a los periodistas presentes en la rueda de prensa.
Su postura generó confusión y polémica, dadas las acciones hostiles que mantiene EEUU de forma continuada contra Cuba. Siendo ejemplo de esto el bloqueo económico, financiero y comercial que mantiene Washington contra La Habana desde hace más de 60 años.