Desde este jueves los países miembros de la Unión Europea (UE) se reúnen en la ciudad de Versalles en Francia para abordar la dependencia energética de la región hacia el combustible ruso.
Anteriormente este encuentro estaba previsto con el objetivo de abordar el nuevo modelo de crecimiento económico y las inversiones. No obstante, luego de que Rusia desplegara su operación militar especial en Ucrania, la UE centrará su agenda en como reducir su dependencia energética.
Según el proyecto de declaración de la cumbre en Versalles, el bloque comunitario se enfoca en “eliminar gradualmente nuestra dependencia de las importaciones rusas de gas, petróleo y carbón».
En la actualidad un 40% del gas natural y casi el 25% del petróleo que importa la UE proviene de Rusia. Estas cifras alcanzan incluso a países con economías desarrolladas como Alemania que poseen un elevado nivel de dependencia.
Para lograr sus objetivos de reducir su dependencia energética de Rusia, la UE considera diversificar las vías de entrada. Igualmente buscará variar los suministros a través del empleo del gas natural licuado y el impulso del biogás y el hidrógeno.
En este contexto, los países miembros del bloqueo manifestaron estar dispuestos a mejorar el desarrollo de las energías limpias y renovables. De igual forma apostarán por la cooperación entre las naciones integrantes. Según dijeron los líderes de la UE, se articularán redes que permitirían mejorar el acceso a los recursos, conectar el fluido eléctrico y mejorar la respuesta ante situaciones contingentes.