En Brasil, al menos tres estudiantes resultaron heridos este martes, en un ataque perpetrado por un joven de 13 años. Este hecho ocurre una semana después de que un individuo matara a cuatro niños en una guardería.
El ataque se registró en la escuela pública Marcos Aurélio, en Santa Tereza, municipio en el norte del estado de Goiás.
Según relata un delegado de la policía municipal, el joven arrojó un petardo en un aula, esperó a que sus compañeros salieran al pasillo por el estruendo. Luego, comenzó a arremeter contra ellos con un cuchillo. Después, el joven persiguió a una profesora que consiguió encerrarse en una sala. Finalmente, un auxiliar de limpieza lo detuvo.
El joven que cometió la agresión fue detenido y debe responder por el delito de tres intentos de homicidio, reportaron las autoridades. Mientras que, los heridos fueron trasladados al hospital y se encuentran “fuera de peligro”.
“Gracias a la intervención de profesionales y a la rápida y eficaz acción de los oficiales de la Policía Militar, el adolescente fue retenido”, destaca un comunicado de la Policía Militar, publicado en las redes sociales.
Las primeras investigaciones indican que el agresor sufría “bullying” en la escuela. Asimismo, la policía señaló que, en la casa del menor, se encontraron “materiales y anotaciones que demostraban que estaba planificando” el ataque desde hace tiempo.
Tercer ataque en menos de una semana
Este es el segundo ataque que se registra en Brasil en 24 horas, según reporta la prensa local. El lunes 10 de abril, un adolescente atacó a cuchillazos a una profesora y a dos estudiantes de una escuela privada. El hecho ocurrió en Manaus, capital de Amazonas. Las víctimas sufrieron “heridas superficiales”.
A su vez, estas dos agresiones se producen después de que el pasado 5 de abril, se registrara un ataque en una guardería en Blumenau. Un hombre irrumpió en el recinto y atacó a los infantes con un hacha, asesinando a cuatro niños de entre 4 y 7 años.
En medio de esta ola de ataques, el Gobierno anunció la creación de un grupo de trabajo para el combate a la violencia escolar que contará con unos 30 millones de dólares para investigar movimientos sospechosos a través de las redes sociales.
