- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
InicioSin categorizarA 80 años de la victoria en Stalingrado | Por Jesús Faría 

A 80 años de la victoria en Stalingrado | Por Jesús Faría 

- Publicidad -spot_img
Compartir

El 2 de febrero de 1943 finalizó la batalla más feroz, sangrienta e importante de toda la historia humanidad. El Ejército Rojo en Stalingrado, bajo la audaz y tenaz dirección del mariscal Zhúkov, obligaba a la rendición a las tropas nazis del hasta ese momento invencible 6to Ejercito bajo el mando del mariscal de campo von Paulus.

A esta batalla se llega después del fracaso de la operación Barbarroja, diseñada por Hitler para destruir a la Unión Soviética por medio de la Blitzkrieg (guerra relámpago), que le había permitido dominar a casi toda Europa. En el país soviético, esta estrategia se estrelló contra la feroz resistencia de Ejército Rojo y del pueblo de la URSS. Las tropas hitlerianas fueron detenidas en las puertas de Moscú; Leningrado resistió un bloqueo criminal por 872 días; se combatía hasta el último aliento en todos los territorios agredidos.

Ante esta situación, Hitler diseña el Plan Azul para tomar Stalingrado en función de múltiples propósito: controlar el rio Volga desconectar al sur del norte de la URSS, destruir importantes centros de producción militar; desmoralizar a los soviéticos doblegando a la emblemática ciudad con el nombre del gran líder soviético; pero el objetivo fundamental era controlar el acceso al Cáucaso y sus importantes reservas petroleras, esenciales para los planes expansionistas alemanes.

Una descomunal concentración de armamentos y tropas hitlerianas inician el ataque con toda su furia sanguinaria. Artillería y aviación se ensañan contra la ciudad, se lleva a cabo la estrategia de “tierra arrasada”. Los soldados soviéticos resisten heroicamente, sin embargo, los alemanes llegan a ocupar el 75% de la ciudad. La patria se encontraba en serios peligros, a las espaldas de las tropas soviéticas estaba el rio Volga, una derrota sería desastrosa. Ante ello, Stalin da la orden de no retroceder: “Ni un paso atrás. Luchar hasta la muerte”. Esta orden se cumplió con sacrificio y heroísmo gigantescos. Se luchaba calle por calle, casa por casa, escalera por escalera, cuarto por cuarto.

En el otoño llegan refuerzos del Ejército Rojo desde Siberia y se inicia una descomunal contraofensiva soviética bajo las líneas trazadas en la operación Urano. Los nazis comienzan a retroceder y se activa una operación en forma de pinza para rodear el enemigo. Las tropas alemanas tratan desesperada e infructuosamente de romper el cerco en diferentes flancos, pero fracasan. No tienen otra alternativa que rendirse. El 6to Ejercito de la bestia parda se entrega con más de 100 mil hombres. Más de 200 días de encarnizados y sangrientos combates llegaban a su final con 2.500.000 muertos entre soldados y población civil.

Podemos asegurar que la organización, disciplina y heroísmo alcanzados por el Ejército Rojo, la indoblegable tenacidad y audacia de los dirigentes de la URSS, el amor infinito del pueblo por su patria y por la libertad, el extraordinario rol dirigente del pueblo que jugó el Partido Comunista de la Unión Soviética, explican esta epopeya de gigantescas proporciones.

Los doscientos días de la Batalla de Stalingrado fueron de enorme tensión también para los pueblos del mundo. Las fuerzas antifascistas del mundo seguían día a día el desarrollo de las terribles batallas. Las manifestaciones de solidaridad se multiplicaban por millones. La victoria soviética desató una celebración universal y la admiración de los pueblos del mundo por el heroísmo masivo de los defensores de Stalingrado. Se trataba de un golpe mortal a los tenebrosos planes hitlerianos de someter a la humanidad el régimen de esclavitud nazifascista, ya impuesto en casi toda Europa.

La relevancia estratégica de la monumental victoria en Stalingrado radica en el viraje que se le imprimió a la II Guerra Mundial. Esta victoria le arrebató la iniciativa a las tropas hitlerianas por primera vez durante la guerra. Con ella se inicia una ofensiva arrolladora del Ejército Rojo, que conduce a la liberación del territorio de la URSS de la peste nazi y libera a los países ocupados por la Alemania hitleriana, que se encuentra en su paso: Polonia, Rumania, Hungría, Bulgaria, Austria, Checoslovaquia. La arrolladora ofensiva soviética se detuvo en mayo de 1945 en Berlín, cuando se iza la bandera roja de la hoz y el martillo en el Reichstag.

La feroz y sangrienta batalla de Stalingrado constituye también una clara demostración de las infames falsificaciones de parte le las potencias imperialistas occidentales y sus mecanismos de propaganda, que pretenden negar el rol protagónico y esencial de la URSS en la II Guerra Mundial. Dos cifras ayudan a desmontar esas despreciables mentiras: En el frente soviético se concentraron más de 600 divisiones de la Wehrmacht, ahí quedó sepultado el 80 % de la maquinaria militar nazi; mientras que los aliados anglosajones solo se enfrentaron a 140 divisiones. Por otra parte, los EEUU y el Reino Unido abrieron finalmente el 2do frente en Normandía en junio de 1944, cuando la URSS había demostrado que podía alcanzar la victoria con su propia fuerza.

Finalmente, 80 años después de la victoria en Stalingrado, Rusia nuevamente se ubica en la vanguardia de la lucha contra el nazismo que rebrota en Ucrania con el apoyo de los EEUU y la OTAN. La Federación de Rusia, heredera de la URSS en la lucha por un mundo de paz, progreso social y respeto a la soberanía de los pueblos; asume con firmeza la batalla contra el expansionismo de la OTAN, contra su política terrorista y guerrerista. El imperialismo yanqui, en su declinación histórica, se hace cada vez más peligros y agresivo; agrede, coacciona y chantajea a las naciones del planeta. Es Rusia, con su presidente Vladimir Putin al frente, quien asume la carga política, económica y militar fundamental para contenerlo y derrotarlo.

La Revolución Bolivariana no solo apoya esa lucha de Rusia, sino que estamos seguros de su victoria. De esa victoria saldrán claramente fortalecidas las fuerzas que promueven un nuevo orden mundial, libre de tutelas y de hegemonías imperiales. Esa contienda bélica en Ucrania entre la OTAN y Rusia forma parte de la lucha por un mundo multipolar, como lo definiera nuestro comandante Chávez.

Por Jesús Farías

- Publicidad -spot_img

Venezuela News Radio 104.9 FM

spot_img

Suscríbete a nuestro boletín

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Nacionales
- Publicidad -spot_img
Últimas Noticias
- Publicidad -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí