Un reciente estudio realizado por la Universidad de Texas A&M-Corpus Christi, en colaboración con la Administración Nacional de Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA), determinó la presencia del fentanilo en delfines nariz de botella en el golfo de México.
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Durante un examen de rutina destinado a medir los niveles hormonales de los delfines, se detectaron trazas de fentanilo, carisoprodol y meprobamato en 30 de los 89 delfines evaluados, que incluyeron tanto ejemplares vivos como muertos.
Este hallazgo, publicado en la revista Science, revela que la mayor concentración de estas sustancias se encontró en delfines de diversas áreas del golfo de México, como la bahía Redfish y Laguna Madre, ambas ubicadas en Texas.
En esta misma línea, los investigadores sugieren que la contaminación podría provenir de la dieta de los delfines, que incluye organismos marinos que también son consumidos por los humanos.
Por su parte, el experto en Ciencias Biológicas, Dr. Lázaro Guevara López, señaló que la contaminación en los océanos es un problema grave, ya que los humanos comparten parte de su dieta con estos animales marinos.
«Al parecer, los delfines fueron contaminados por [los fármacos] a través de lo que comen, lo cual es interesante y preocupante, ya que ingerimos parte de estos organismos; compartimos dieta. El hecho de que encuentren estos [elementos] es una llamada de atención a lo que consumimos», expresó.
Delfines nariz de botella como bioindicadores
Los delfines nariz de botella son considerados bioindicadores, lo que significa que su salud refleja el estado del ecosistema. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), se estima que en 2019 había más de 500 mil ejemplares de esta especie en el mundo, de los cuales aproximadamente 97.964 habitan en el golfo de México.
A pesar de los hallazgos, el origen de los contaminantes sigue siendo incierto. Por lo tanto, el Dr. Guevara López sugiere que las fuentes pueden incluir prácticas inadecuadas en la industria farmacéutica, así como el tráfico ilegal de opioides.
Asimismo, la presencia de fentanilo en el medio marino se ha documentado durante más de una década, y es alarmante que se haya encontrado un delfín muerto con trazas de éste en la bahía de Baffin, Texas, un año después del mayor decomiso de este opioide en la región.
«En los lugares donde se producen los fármacos legales, no saben o no están siguiendo los protocolos adecuados de desecho y, al final, [las sustancias] llegan al mar… Otra vertiente puede relacionarse con el tráfico y producción de fentanilo de manera ilegal que, claramente, no tiene regulación y arroja todo a los mares», ponderó el Dr. Guevara López.
Efectos del fentanilo en los delfines
Las consecuencias de la presencia de estas sustancias en los delfines pueden afectar no sólo a la fauna marina, sino también a la salud humana. Además, los efectos a corto plazo en los delfines pueden incluir somnolencia y cambios conductuales, mientras que las secuelas a largo plazo podrían ser más graves, como el cáncer.
Finalmente, el Dr. Guevara López, también investigador de la UNAM, recalcó que es esencial que se destinen más recursos a la investigación sobre este fenómeno y que se implementen políticas públicas efectivas para prevenir la contaminación en los océanos.
Con información de: Sputnik Mundo.
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