Autoridades de Japón emitieron este martes una orden de suspensión de envío de peces roca negra ante peligro de radiación.
Así lo determinó, el Ministerio de Salud del país asiático, ante la preocupación de que los peces roca negra capturados frente a la prefectura de Fukushima, lugar del accidente nuclear de 2011, presentaran niveles elevados de radiación.
Recalcan que esta especie en particular excedió un límite superior de radiación; esto tras haber sido capturados a fines del mes pasado frente a la mencionada prefectura de Fukushima.
La suspensión significa que el pescado objetivo no sería enviado, independientemente del destino.
El desarrollo se produce inmediatamente después de un anuncio de Taiwán de que relajaría una prohibición de las importaciones de alimentos de Japón.
Japan's health ministry said on Tuesday it had ordered the suspension of shipments of black rockfish caught off Fukushima prefecture after radiation exceeding an upper limit was detected in a catch late last month. https://t.co/ATkwKCs2Or
— Reuters Science News (@ReutersScience) February 8, 2022
Siempre alertas en Fukushima
Ha pasado casi una década desde entonces y, aunque el sector pesquero de Fukushima se está recuperando gradualmente, hay más problemas por delante con la liberación recomendada de agua contaminada de los tanques de almacenamiento en la planta nuclear.
Desde el accidente nuclear, los pescadores de Fukushima trabajan bajo restricciones que limitan las fechas y las aguas en las que operan.
La idea es evitar que su captura se quede sin vender en el mercado y proteger los precios.
Especialmente cuando las autoridades no están seguras de cómo lidiar con el agua radiactiva que continúa acumulándose en la planta nuclear.
El año pasado científicos publicaron un estudio relacionado a los niveles de cesio en peces después del accidente en la planta de energía nuclear.
En este sentido, el pescado dulce, el carbón, el salmón sin litoral, la carpa y otras especies todavía tienen prohibido el envío en ciertas áreas, nueve años luego del accidente.
Inclusive, un panel de expertos del gobierno nipón determinó en 2020, que una de las soluciones más prácticas es liberar agua que tiene niveles más bajos de tritio, con un límite establecido por el gobierno, al mar o la atmósfera.