El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana rechazó los planes de una posible intervención militar contra Níger.
Tras una «tensa» reunión entre líderes y diplomáticos de países del grupo, surgió esta nueva negativa ante el pretendido uso de la fuerza.
Esta nueva postura aumenta las divisiones entre los países africanos en cuanto a la respuesta colectiva que debe adoptar la unión.
«Hemos optado por no apoyar una intervención militar en Níger, porque podría conducir a un baño de sangre y causar más daños de los que actualmente existen», dice un documento citado por el diario francés Le Monde.
Se trata de una nueva contradicción que complica los planes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), aliados de Francia. Pues ejecutar una ofensiva militar rechazada por la Unión Africana significaría una incoherencia sin precedentes en la región.
Sin embargo, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana decidió suspender temporalmente a Níger de todas las actividades del grupo.
«Preocupación» en Francia
Toda esta situación enciende las alarmas en París, un gobierno muy interesado en reponer al presidente depuesto, Mohamed Bazoum.
Cada vez son más las voces que rechazan el uso de la fuerza en Níger, pero esta vez se trata de los gobiernos regionales.
Francia tiene varios intereses económicos y militares que defender en Níger, mientras el país africano le cierra las puertas.
La Junta Militar suspendió la exportación de oro y uranio hacia Francia, mientras los ciudadanos nigerinos rechazan contundentemente la presencia del país europeo en su territorio.
Bajo ese contexto, el gobierno francés comienza a exigir mayor firmeza a sus socios para acelerar la intervención cada vez más complicada en Níger.