Una prueba microscópica comprobó que aparecían pequeñas lesiones en las láminas ungulares, uno de los riesgos de la manicura semipermanente.
Este estudio ha levantado las alarmas al declarar que el uso de las lámparas de luz ultravioleta, aumenta el riesgo de cáncer de piel. Además, se ha relacionado estrechamente con muerte celular y mutaciones en el ADN.
Tras realizar diferentes pruebas, se determinó que con una sesión de 20 minutos las mujeres se exponen a un riesgo de muerte celular de entre el 20% y el 30%.
La Dra. Antonia Pastor indica que los esmaltes semipermanentes contienen una sustancia denominanda acrilatos. Esta molécula derivada del petróleo se forman a partir de pequeñas moléculas denominadas monómeros.
«El esmalte de una manicura semipermanente, puede provocar reacciones alérgicas en la piel. Estas reacciones se manifiestan con rojeces y vesículas muy pruriginosas, que también generan picor. Si la exposición persiste en el tiempo, se produce sequedad, descamación y grietas dolorosas con hormigueo».
Asimismo, indicó que lo más importante es que el producto químico no llegue a tocar la piel, ya que podrían ocasionar reacciones alérgicas. Es decir, podría generar mayor sensibilidad en la piel que se encuentra alrededor de las uñas o en las yemas de los dedos, si el producto entra en contacto con ellas.
Para disminuir los riesgos de la manicura semipermanente, es recomendable siempre acudir a un profesional y no realizar esta práctica en casa.
Finalmente, otra de las recomendaciones, es la de hacer descansos entre esmaltados y de esta forma dar un tiempo de recuperación de las uñas.