Burkina Faso se encuentra en medio de la confusión, debido al revuelo generado por un posible golpe de Estado contra Roch Marc Christian Kaboré. Medios locales e internacionales reportan la detención de Kaboré y miembros de su gobierno.
Destacan que el depuesto presidente de Burkina Faso, se encuentra detenido en el cuartel de Sangoulé Lamizana.
Una situación que contrasta con lo anunciado el domingo por Alkassoum Maiga, portavoz del gobierno de Roch Marc Christian Kaboré, quien solo se había limitado a confirmar la existencia de disparos en algunos cuarteles, pero negó el golpe de Estado. Al tiempo que llamó a la población a mantener la calma para no avivar la inestabilidad.
Sin embargo, medios señalan que el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba tomó el mando de Burkina Faso este 24 de enero; esto tras la detención del presidente Roch Marc Christian Kaboré por soldados alzados.
El aparente golpe de Estado en Burkina Faso es el tercero en África Occidental en los últimos 18 meses, después del de Malí y la vecina Guinea.
Mutinous soldiers take over military base in Burkina Faso https://t.co/VJnYAxj8cT pic.twitter.com/vrznbi7Asg
— The Hill (@thehill) January 24, 2022
Situación confusa
Desde el domingo, Bukina Faso habría reportado tiroteos en varios cuarteles, entre ellos dos en la Capital de Uagadugú.
Según reportes de fuentes militares y residentes a medios locales e internacionales, se venía registrando una situación tensa en los campamentos militares de la periferia de Uagadugú, así como la base cercana al aeropuerto.
Además de generarse rumores de insurrección en el campamento Sangoule Laminaza, recinto donde permanece recluido el general Gilbert Diendére.
Diendére, fue exjefe del Estado Mayor, y en septiembre de 2015, encabezó una asonada militar contra el entonces presidente Míchel Kafando.
Presidente de Burkina Faso é preso por soldados, diz imprensa → https://t.co/MZpEWAotQB pic.twitter.com/yvKX7MpFP8
— iG Último Segundo (@ultimosegundo) January 24, 2022
Descontento social por Yihadistas
La víspera, grupos de la sociedad civil se habrían movilizado en rechazo a la inseguridad y violencia yihadista, así como la inacción del Ejecutivo por garantizar el resguardo en la población.
El descontento social desencadenó en escaramuzas en contra de los efectivos castrenses y una parte de la sociedad civil exigiendo la renuncia de Kaboré.
Desde el 2015, Burkina Faso ha estado envuelta en una espiral de violencia, atribuida a grupos armados yihadistas, algunos de ellos afiliados a Al Qaeda y al denominado Estado Islámico.
En esta zona de conflicto, fuentes oficiales señalan que al menos 1,5 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse.