En su jornada de miércoles productivo, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció que ordenó a sus equipos de trabajo acelerar la transición hacia una economía postpetrolera. Esto quiere decir dejar la dependencia extrema del petróleo como única fuente de ingresos nacionales; avanzar hacia una necesaria diversificación económica.
«El imperialismo norteamericano se metió a atacarnos el petróleo y creyó que Venezuela no podría. ¿Cómo que nos vamos a poder? Yo llamé al trabajo y a la recuperación económica y lo estamos logrando. Claro que sí podemos», dijo el mandatario en la primera parte de su reflexión.
«Ah que el petróleo seguirá ocupando un papel importante en Venezuela, que tenemos la reserva más grande de petróleo, sí, pero ya basta de pensar solo en petróleo. Tenemos que diversificar las fuentes de riqueza, que tengamos tanta o más riqueza (por otras vías) que la que produce el petróleo», agregó desde la finca El Cedrito, en Mampote (Miranda).
Asimismo, el Jefe de Estado admitió que han surgido desigualdades «producto del modelo de guerra que nos han impuesto, a través de las sanciones».
En ese sentido, dijo que el pago de impuestos es una de esas vías que debe significar dinero para el Estado, como en toda nación. «Ese dinero va para la educación y la salud. Toda la riqueza debe convertirse en generación de empleo y salarios justos», añadió.
«Más temprano que tarde se recuperarán los ingresos de los trabajadores, producto del crecimiento económico, generación de nueva riqueza y correcta inversión de los recursos nacionales», dijo también Maduro en su alocución.
Nueva meta de consumo proteico
El mandatario dijo que el Ejecutivo tiene la meta de elevar el consumo de proteína de origen animal per cápita de 48 kilogramos a 60 kilos. «Es el promedio meta que tenemos, es el promedio que debe tener un país cuando entra en fase desarrollo», apuntó.
Más producción
El Jefe de Estado volvió sobre una idea permanente en su discurso: aumentar la producción de todos los rubros que Venezuela requiere para satisfacer sus necesidades. Es así como pidió a todos y todas identificar dónde y cómo producir, especialmente alimentos.
Consideró que el crecimiento se gesta desde la acción permanente, «trabajando en la economía real; la economía que satisface necesidades a través de la producción de bienes y servicios y que produce riqueza. He propuesto acelerar la transición hacia una economía postpetrolera».
Seguidamente hizo un llamado a la unidad. «Cada quien desde donde está trabajando debe saber que está aportando su grano de arena para que este territorio, sagrado y bendito que es Venezuela, sea un territorio de paz y felicidad social e igualdad. Sea un territorio de prosperidad, recuperar el bienestar social, los derechos sociales, avanzar hacia la felicidad social compartida», expresó.
Tres erres para la nueva época de transición hacia el socialismo
El presidente Maduro especificó que su gobierno considerará las llamadas tres erres que rescata de la época del Comandante Chávez, pero adaptadas a los nuevos tiempos.
- Resistencia férrea y colectiva a las sanciones e intento de recolonización. «Saber que resistimos por la dignidad de un país de historia grande», dijo.
- Renacer. «Renacimiento de lo bueno y grande venezolano. El renacimiento de lo productivo, de lo económico, de la cultura e identidad nacional».
- Revolucionar. «Cambiar todo lo que está mal hecho; enfrentar el burocratismo, la corrupción, indolencia y mentira. Cambiar todo lo que tenga que ser cambiado, donde sea que esté. Es la erre del futuro».
Agregó que lo anterior permitirá concretar con bien la nueva época de transición hacia el socialismo (NET). «Es una nueva época de socialismo cristiano, no es la Venezuela del 98, ni del 2002, ni 2007 ni 2014. Es otra Venezuela que ha nacido en un mundo acelerado de cambios. Venezuela tiene que ir dos pasos adelante en los grandes cambios», analizó el mandatario.
200 años de Pichincha
Por último, el Jefe de Estado adelantó que este 2022 Venezuela celebrará los 200 años de la Batalla de Pichincha, «de la llegada triunfante de Bolívar a Quito».
«Apenas llegó le cayó sobre su cabeza una corona de flores y cuando fue a ver quién se la lanzó, era una mujer (…) En la noche, en el baile de recibimiento triunfal se vio cara a cara con esa mujer. Esa mujer era Manuela Sáenz, el amor del Libertador. Son también 200 años del encuentro de Bolívar y Manuela».
