Este miércoles 15 de diciembre se cumplen 22 años de la tragedia de La Guaria. Aquel fatídico día el noble pueblo guaireño quedó casi destruido en medio de lo que fue la peor tragedia en la historia de Venezuela, desde el terremoto de 1812.
Cuando el mundo se preparaba para recibir al siglo XXI, Venezuela entera estaba conmocionada por la tragedia de La Guaira. La misma según cifras del gobierno dejó 16 mil muertos y desaparecidos y 94 mil damnificados así como incontables pérdidas materiales.
Grandes rocas, lodo y escombros arrastrados por el agua, arrasaron a su paso con calles y viviendas, además de cegarle la vida a miles de personas.
En este sentido, el presidente de la República, Nicolás Maduro, a través de su cuenta en Twitter rindió un homenaje a la memoria de las víctimas. Al mismo tiempo exaltó “la valentía del pueblo guaireño, que con dedicación y constancia ha logrado sobreponerse a las dificultades”.
Han transcurrido 22 años de la Tragedia de La Guaira, que recordamos con profundo sentimiento. Rendimos homenaje a la memoria de las víctimas y exaltamos la valentía del pueblo guaireño, que con dedicación y constancia ha logrado sobreponerse a las dificultades. ¡Los Abrazo! pic.twitter.com/4osZv9mGVk
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) December 15, 2021
Cronología de una tragedia
El 5 de diciembre de 1999, Protección Civil emitió la primera alerta tras 5 días continuos de lluvia en el estado. Para ese momento ya unas 200 viviendas estaban destruidas.
Un día después el centro de información de la Fuerza Aérea venezolana advirtió que en La Guaira llovía 3 veces más que el promedio histórico.
Ya el 14 de diciembre, las montañas de La Guaira llevaban semanas siendo bañadas por las lluvias con una intensidad poco común.
Finalmente, la madrugada del 15 de diciembre cuando los venezolanos se preparaban para acudir a las urnas para un referéndum constitucional convocado por el entonces presidente Hugo Chávez, en La Guaira se desató lo peor.
Las lluvias en lo alto de las montañas ocasionaron grandes desprendimientos de tierra y extensos deslaves en las laderas del Ávila. Además las precipitaciones generaron crecidas inmensas de los ríos que alberga el cerro, principalmente el caudal de San Julián.
Grandes volúmenes de agua, de al menos 9 metros de profundidad, arrastraron por la pendiente de las montañas sedimentos y rocas tan enormes como el tamaño de un autobús, a una velocidad superior de 60 km/hora.
Las lluvias y los deslaves continuaron durante dos días más. Debido al colapso de las vías no fue sino hasta el 17 de diciembre que se pudo iniciar el rescate aéreo. Los niños, las mujeres y personas de la tercera edad se rescataron primero y se enviaron a varios centros de acogida en distintos puntos del país.
