Este martes, 19 mujeres denunciaron al analista de política internacional más importantes de América Latina, Pedro Brieger, por acoso sexual. Las víctimas asistieron al Senado de Argentina, donde ofrecieron testimonios de las atrocidades que vivieron al ser cercanas al acusado.
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Las denunciantes revelan que estos escenarios de hostigamiento han sido cometidos por el analista argentino desde hace 30 años; sus blancos eran estudiantes, periodistas y vecinas.
“Tuvimos que abandonar nuestras tesis, mudarnos, renunciamos a trabajos, dejamos de ir a conferencias con el único fin de no volver a verlo”, relató la periodista Agustina Kämpfer, quien denunció al agresor en el 2010.
Ante los estragos que generó el acosador en las féminas, Kämpfer reprochó que mientras ellas debieron cambiar sus rumbos, Pedro Brieger, sí “viajó, recibió premios, entrevistó a líderes, logró prestigio internacional”.
De igual modo, la periodista lamentó que nadie escuchó las denuncias de acoso sexual, en este sentido, refirió que la delicada situación se la contaron a “jefes, a compañeros de trabajo, de la facultad”, pero no fue suficientes. “Hoy, en cambio, estamos respaldados por un interés de reparación genuino. Ustedes necesitan saber. Nosotras necesitamos hablar”, agregó Kämpfer
Testimonios de las afectadas
Las denunciantes revelaron el modus operandi que el analista político aplicaba sobre ellas, uno de los más comunes era mostrar sus genitales y masturbarse delante de ellas. De igual modo, comenzaba temas sexuales en los espacios laborales y humillaba a sus acosadas en lugares en los que no podían pedir ayuda.
Las 19 mujeres que se atrevieron a exponer el caso, coinciden en que no recibieron apoyo o ayuda por parte de las personas en sus entornos; otros relatos rezan:
- “Nuestros cuerpos recuerdan sus manos acercándose a nuestras partes íntimas; el miedo ante su repentina desnudez cuando estuvimos a solas con él”.
- “Me llevó años entender que era un perverso”
- “De la nada se me tiró encima para besarme, perdí el sueño, plata y empecé a tener ataques de pánico”.
- “Comenzó a preguntarme si me masturbaba, que estaba seguro de que mi novio no me satisfacía”.
- “Cuando me tocó una pierna debajo de la mesa me convertí en un ser inmóvil”.
La periodista Nancy Pazos explicó que la intención de las víctimas no es punitivista, es decir, interponer denuncias penales ya que la Justicia ni siquiera está preparada para estos casos. La principal reparación que exigen es que el periodista reconozca el daño que cometió y pida perdón.
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